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Se escuchaban fuertes disparos, a pesar de que las gruesas paredes que dividían el recibidor de la tienda, de la parte posterior del recinto.
Sandy cerraba sus ojos solo al escuchar uno que otro golpe de la bala al aire, ella también rascaba su nariz con frustración, sentía como el hedor a pólvora comenzaba a atacar su sensible olfato.
—Y bien ¿La revisaste?— Preguntó el hombre delante del mostrador. Este lucia joven, a pesar de que unas marcas de la edad comenzaban a mostrarse debajo de sus cansados ojos.
—El disparador está averiado— Respondió Jungkook mientras maniobraba el arma, obviamente descargada.
El hombre curveo su ceja.
—Wow ¿Eres genio? — Se burló este con una pizca de sarcasmo, dando a notar que eso ya lo sabía.
Jungkook giro los ojos, la pelirrubia sonrió al notar que ese comentario le había atinado al chico.
—Pues genio o no, se nota que te la vendieron con el seguro atascado. Se va a trabar cada vez que intentes disparar una segunda carga— Explico JK y dejo el arma en frente del hombre.
—-Demonios... lo voy a matar— Exclamó el mayor mientras suspiraba y pasaba una mano con frustración por su cabello.
Jungkook lo miro con curiosidad, por su inquieta reacción.
—Pensé que tenías mejor calidad en tus productos Ji-yong— Lo intento fastidiar el menor.
—Es un tipo nuevo... Al parecer acaba de regresar de Europa y está intentando con otra clase de armamento. Todo legal obviamente— Este rio mientras elevaba sus manos al aire.
Jungkook negó mientras una sonrisa se desplegaba en sus labios.
—Supongo que ofrecerle servicios a la policía local te mantendrá a salvo por un rato mas— Jk le comento con un poco de impertinencia en su voz.
Ji-yong o GD como le decían los más cercanos, le sonrió y le guiño un ojo.
—Todo dentro de la ley es más fácil my friend—Dijo con seguridad mientras tomaba el arma y lo guardaba en el cajón del mostrador. Sacó un fajo de billetes del mismo gabinete y se lo entregó al muchacho. Jungkook lo guardo en su chaqueta con poco cuidado.
—Si... Así parece— JK susurro para sí mismo, mientras mantenía una sonrisa y la vista clavada en el mostrador.
La chica se encontraba un poco alejada del mostrador, mirando la exhibición de otros "Singulares" artefactos que se mostraban para el público.
—Diablos...— Susurró esta con impresión al notar que de verdad existían tantos tipos de armas y que las estuvieran exhibiendo sin más en una tienda abierta a público de todas las edades.
Simplemente... la humanidad estaba mal.
— ¿Le interesa algo? Señorita.
La muchacha volteó sorprendida mientras elevaba la mirada por debajo de la visera de su gorra. Esta respondió con una mueca ante la pregunta del hombre con quien hablaba JK solo hace unos segundos.
