"No pierdas las esperanzas, hijo de Hallstatt. Voy a entregarte toda mi fuerza y todo mi ser, por completo. La venganza está en tus manos, a un solo paso. Sé paciente y aguanta, porque estaré contigo".
Algo en la determinación de las palabras de Wiernerwald, lograron calmar el acongojado corazón del rey. El mareo se disipó lentamente, mientras las ganas de vomitar sangre se detuvieron. Se sentía respaldado, pero a la vez, confuso y sorprendido. ¿Qué más podría esperar de Wiernerwald? El bosque que alguna vez creyó detestar.
"¿Qué más piensas entregarme, Wiernerwald? Has confiado en mí como nadie, has puesto a mi disposición tus poderes, has bendecido a los hombres que alguna vez quisieron arrebatarte. ¿Qué más puedes dar si ya has dado todo?"
Él lo había visto, había sido testigo de las innumerables ocasiones en que Wiernerwald dio su brazo a torcer por él. Confió en su instinto, el instinto de un hombre que pudo haberse equivocado. Confió en él como rey, y realmente no sabía qué más podía entregar.
"Sólo espera, mi rey".
Y SeokJin lo recordó. Su padre siempre le había contado que Wiernerwald era un bosque noble y bondadoso, e incluso respetuoso hacia el rey de Gmunden. Ahora lo estaba viviendo en carne propia.
El rey regresó a la batalla, con una lanza de hielo en alto, pero de pronto, el suelo comenzó a temblar debajo de sus pies. La tierra estaba danzando bajo los soldados, quienes se encontraban alterados, tanto los hombres de Hallstatt como los hombres de piedra. Nadie sabía qué estaba ocurriendo. Las vibraciones del suelo eran cada vez más intensas y los ejércitos se toparon con una visión sin precedentes.
Se escuchó un estruendo que provenía desde el bosque, parecía un fuerte rugido acompañado de una tristeza inmensa. Era Wiernerwald quien lloraba por el sacrificio que tenía que hacer. Por los soldados caídos de Hallstatt, y por lo que entregaría para ganar esa guerra, por SeokJin. Cada soldado sintió su corazón repleto de tristeza cuando ese rugido se transformó en un aullido lleno de dolor.
Desde el bosque apareció un ejército de hadas, elfas, elfos, enanos, hombres árbol, duendes, ninfas, ninfos, centauros, tigres, leones, quimeras y otros seres mágicos, comandados por Nayoung. Eran las criaturas protegidas de Wiernerwald.
Las criaturas se acercaron al campo de batalla con una gran velocidad, comandados por las señales y los gritos de Nayoung, quien ya no parecía la elfa vidente que SeokJin había visto hace tiempo. Ahora era una guerrera, con la cara pintada por el barro de la tierra, rodeando al ejército de Vevey y Zermatt, intentando devolverlos a la encerrona planeada por Hallstatt.
Los enanos poseían una gran fuerza, lograban voltear a los hombres de piedra de un puñetazo a sus piernas. En tanto, los hombres árbol los atrapaban entre sus ramas hasta quebrar cada parte del cuerpo de aquellos seres. Los ninfos y ninfas poseían la habilidad de sumergir a sus enemigos en la fantasía más deseada, con solo observarlos a los ojos. Luego, aquella fantasía se transformaba en una pesadilla que terminaba con una muerte salvaje y sangrienta en la que ellos se subían hasta su cabeza y simplemente la giraban hasta despegarla de su cuello. Los elfos y elfas, en cambio, eran mucho más salvajes, actuaban en manada. En grupo de cinco, atacan a uno solo con el poder de la magia, los asfixiaban mientras otros se encargaban de golpear la zona del pecho, hasta detener el corazón viviente.
Los centauros peleaban a distancia, primeramente, rompiendo filas con sus flechas de madera que lograban atravesar la dura piel de los hombres de piedra. Luego, se acercaban con rapidez, para terminar de asesinarlos con sus lanzas. En tanto, los tigres y leones actuaban con instinto puro, sus dientes rasgaban los miembros del cuerpo de sus enemigos y no estaban contentos hasta destrozarlos por completo. Las quimeras, en cambio, actuaban con mayor raciocinio, atacaban despacio, por la espalda, lanzando fuego por el hocico de la bestia.
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Hallstatt - YoonJin
FanfictionSeokJin es el príncipe del reino de Gmunden o, también conocido como, el reino del norte. Dentro de este reino hay poderes, magia y criaturas fantásticas, pero eso no es lo que lo diferencia del reino de Längenfeld o reino del sur, sino un extraño s...