Hallstatt - YoonJin

Extra zwei

A veces esperas tanto de la vida, que llega a decepcionarte por completo.

Miles de siglos atrás, en medio de los dominios del reino llamado Hallstatt y temido por sus enemigos, nacieron ChinMae y Seungchul. Dos gemelos con una diferencia de instantes en el parto. El mayor había sido ChinMae, quien desde su nacimiento se coronaba como el próximo rey de Hallstatt. Seungchul sería un príncipe para siempre, a no ser que ChinMae no tuviese descendencia y muriese. Sólo en ese caso Seungchul podría acceder al trono.

Desde pequeños, estos hermanos mostraron grandes diferencias de personalidad y, a pesar de ser gemelos tenían graves problemas de comunicación entre ellos. Seungchul era un niño activo, travieso y aprendía con gran facilidad el manejo de los elementos. Era bueno para batallar, y sobre todo cuando su contrincante resultaba ser su hermano.

ChinMae, por el contrario, era un poco más tranquilo. El dominio de los elementos no se le hacía tan fácil como a su hermano menor, pero tenía el arte de la palabra. Su encanto y su forma de hablar lograban que todo el reino cayera a sus pies. Nadie discutía el hecho de que sería un gran rey, luego del rey Dakho.

Seungchul no estaba realmente interesado en la corona de Hallstatt, hasta que su mejor amigo llamado YoungWoon, le preguntó:

ㅡ ¿Cuál es la diferencia entre tú y tu hermano?

ㅡ ¿A qué te refieres? ㅡ preguntó Seungchul sin comprender a qué venía la pregunta.

ㅡ ¿Por qué él es el próximo heredero a la corona y no tú? ㅡ inquirió ladeando la cabeza hacia un costado, denotando la confusión en sus expresiones.

ㅡ Porque es el mayor. Nació antes que yo. ㅡ respondió el niño de diez primaveras.

ㅡ ¿No nacieron el mismo día?

ㅡ Sí, lo hicimos.

ㅡ ¿Entonces, por qué es el mayor? Veo más cualidades en ti para ser rey, que en ChinMae.

ㅡ Estás hablando tonterías. Él tiene el pueblo a su favor, puede que sea un poco torpe con los elementos, pero a pesar de todo será un buen rey. ㅡ sentenció Seungchul, sin saber que a futuro pensaría totalmente lo contrario.

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Esa pequeña semilla de duda plantada por Youngwoon en Seungchul, fue creciendo a lo largo de los años. Había empezado a compararse con su hermano en cada cosa hecha y siempre salía ganando él. Si ganaba él, ¿por qué ChinMae merecía la corona? ¿Qué había hecho, además de nacer primero que él? ¿Qué méritos guardaba sobre sus hombros, además del solo hecho de ser noble o justo? ¿Solo eso se requería para ser rey?

La línea de herencia que prevalecería sería la de ChinMae, ellos serían parte de la nobleza, pero los hijos de Seungchul solo vivirían en el palacio y sus descendientes, tal vez, verían el castillo por fuera.

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ChinMae no pensaba demasiado en su futuro. Sabía las obligaciones que tenía como el heredo del trono. Desde pequeño le habían enseñado a reinar y no tenía duda alguna, de que su reino dejaría marca en la historia de Hallstatt. Pero el pequeño no pasaba todo su tiempo entre enseñanzas y batallas de entrenamiento, pues en sus momentos libres, cuando su hermano aún permanecía en el campo de batalla, él se dirigía hacia el bosque Wiernerwald. No entendía la razón, pero cada vez que iba allí sentía calma, como si todas sus obligaciones y sus títulos desaparecieran, como si en ese lugar solamente fuese ChinMae, no Kim ChinMae.

Su padre le contaba historias sobre Wiernerwald. Él sabía que podía comunicarse con su padre porque era el rey, pero cuando le toque a él ser el rey, por fin, podría escuchar la voz del espíritu del gran bosque, lo cual le causaba demasiado interés.