Unidos Por La Luna: El secreto

Vampiros

『 2 』

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VAMPIROS

「𝗔𝗔𝗥𝗢́𝗡 」

A veces me pregunto porque tengo esta vida, pude haber tenido una vida común: unos padres amorosos que hacen lo posible por hacer felices a sus hijos a pesar de los problemas que tienen entre ellos, tener mi primera novia, tener una mascota, dar mi primer beso, perder a mi mascota, sufrir de amor a los 15, ahuyentar a los novios de mi hermana mayor, disfrutar la preparatoria a lado de mis amigos y novia, irme de la casa al cumplir 18 para ingresar a la universidad, conocer al amor de mi vida, graduarme, tener mi primer empleo, casarme, tener hijos, ver cómo mueren mis padres, ver a los nietos, envejecer y morir. Sobre todo morir. Pude haber tenido todo eso si tan sólo no fuera un vampiro. Tal vez pude tener algo similar, pero mi papá era una persona cruel, fría, distante y con mucho odio acumulado por el alfa de la manada de lobos número seis, claro, eso antes de su muerte. Mi mamá se esforzaba por enseñarnos buenos valores de la vida, pero podría a llegar a ser tan cruel como mi padre mientras que mi hermana Arienne era una persona amable con ciertas personas y soñadora, sin embargo, cuando era tiempo de pelear por territorio con otros clanes o lobos, sus estrategias eran muy buenas e inclusive era más cruel que mi padre.
Si se preguntan cómo es que nuestra madre pudo tener hijos siendo un vampiro, es muy sencillo. Ella no era aún vampiro cuando nos tuvo, estuvo a punto de morir cuando nació Arienne, pero sobrevivió por una bruja que la ayudó, ella nació en 1610. Tres años después nací, fue entonces cuando mi mamá murió, no obstante nuestro papá la convirtió a tiempo. Ambos nacimos en Europa, pero nos tuvimos que mudar en 1614 al continente Asiático ya que los lobos tenían ubicado a mi papá y planeaban matar a todo el clan. Aproximadamente 200 años después se dio la noticia de que Nueva España estaba en guerra y que una parte ya había sido liberada, cuando el nuevo continente fue liberado por completo fue que decidimos venir acá, a América.

Por otra parte, mi hermana tuvo la fortuna de nacer con un gran poder —aparte de la fuerza, inmortalidad y rapidez— que es poder ver el futuro, además, Arienne y yo tenemos algo que nos envidian los demás vampiros: somos inmunes al sol. Eso gracias a que somos mitad humano. ¿Y qué pasa con los demás vampiros? Como toda especie en la tierra ellos también evolucionaron y son casi inmunes al sol. Sí les quema el sol, pero el dolor aunque es soportable los deja al descubierto de los lobos ya que desprenden un olor a quemado. ¡Pobres de ellos!

Regresando al tema de mi padre, una vez muerto mi mamá debió tener el liderazgo de no ser por su mente un poco a la antigua que le decía que una mujer no podía tener liderazgo —o al menos no ella—, entonces por derecho le tocaba ser la líder a Arienne, pero de igual modo se negó ya que ella sabía perfectamente que su liderazgo significaría que no habría paz entre hombres lobo y vampiros debido a que ella ayudó en la muerte de muchos lobos y el plan entre ella y yo era la paz por lo cual la mejor solución era que yo fuera el líder.

Ahora el clan 101 me pertenecía. A partir de entonces tendría el respeto de varios clanes y el odio de varias manadas.
Lo único bueno de ser el líder era que los miembros del clan eran mis amigos y si yo quería ellos podrían irse a disfrutar el mundo. Ellos me confesaron que a veces eso deseaban, pero la ley decía que tenías que quedarte con el vampiro que te convirtió hasta que te dejara en libertad, era eso o morir a manos de éste. Sabía que mi padre los dejó en libertad hace cien años y ellos se negaron. Preferían estar con él puesto que le habían tomado cariño.

Es verdad que en todo el tiempo de mi vida había deseado en algún momento morir, quería morir para siempre. Lo deseaba más que nada, pero de pronto un día mi vida cambió. Nunca creí que mi vida cambiaría cuando entre a un instituto más. Nadie me dijo que mi vida cambiaría.
La hermosa chica con la que me senté en el salón de historia tenía un olor muy conocido: el de un lobo. Pensé que tal vez conocía a uno y tenía ese olor por esa persona ya que en el recreo no la observé con un gran número de personas que podrían ser su manada.

— ¡Hey! —me habló Enne, sacándome de mis pensamientos.

— ¿Qué pasó? —le pregunté.

— ¿Crees que los perfumes que nos dió la bruja sirvan para que no se note nuestro olor?

— ¿Por qué lo dices? —le pregunté.

—Varios se me quedan viendo.

—Arienne, si no funcionara, ¿crees que seguiríamos vivos? —le pregunté con obviedad.

—Cierto —respondió sonriendo.

—Te recuerdo que nuestro padre acaba de matar al líder de una manada fuerte, ya estaríamos en el infierno.

—Entonces ¿Por qué se me quedan viendo? —me preguntó.

—Eres muy linda Enne, no te preocupes —le sonreí. Tal vez ella era mayor por tres años, pero la protegía mucho.

—Bueno —sonrió —. Me tengo que ir —besó mi mejilla para posteriormente irse.

Después del recreo las clases se me pasaron rápido hasta que llegó la hora de la salida y por lo que notaba, Enne me había dejado en la escuela, ya casi no había nadie sólo un grupo de chicos, Andrea y yo.

Ví que Andrea se subía a una moto, estaba observando su cara ya que a mí me gustaba mucho dibujar y pensaba en dibujarla. Ella encendió la moto y empezó a andar hasta que se paró enfrente de mí.

— ¿Primer día y llegan tarde por ti?

—Al parecer mi amada hermana me ha plantado, creo que me iré caminando. Nos vemos.

Empecé a caminar un poco rápido, pero oí un motor detrás de mí.

— ¿Vives muy lejos? —preguntó.

—Sí, un poco.

—Sube, te iré a dejar a tu casa con la condición de que no toques mi cintura.

Asentí y subí a la moto y empezó a andar. Andrea parecía buena persona, acababa de conocerla y ya me iba a dejar a mi casa. Era bueno de vez en cuando hacer amigos mortales, pero no cuando entras a instituto donde cualquiera puede ser el hijo de Raul —lobo al que mi padre mató—. El plan era sencillo: intentar llegar a un acuerdo para tener paz —aunque posiblemente antes de hablar ya estaría muerto—, y no estar quitando más vidas. Era un plan sencillo, pero sin intermediarios y si Andrea se volvía mi amiga eso significaría que sufriría.

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