Maldición

186 10 0
                                    

6

  _ ღ_

MALDICIÓN

「𝗔𝗡𝗗𝗥𝗘𝗔 」

Después de que mi madre me dijera eso me quedé muy sorprendida. Estaba analizando la situación con detenimiento.

Se suponía que cuando encuentras a tu mate él o ella huele diferente al resto, pero Ronny sólo olió diferente cuando lo ví por primera vez.

— ¿Tú cómo sabes eso? —le pregunté incrédula —. Yo no lo olí diferente a los demás, sólo la primera vez.

—Lo mismo me pasó con tu papá —me sonrió con melancolía —. Tu padre tenía su olor escondido porque no quería que los vampiros lo olieran y sólo olió diferente cuando lo ví por primera vez, una vez que me encontró dejó de ocultar su olor, sin embargo, quién sabe porque Ronny oculte su olor, sólo los lobos pueden hacerlo. Tal vez es su don —me explicó.

¿Un don? ¿Cómo es posible?

—Cada persona tiene un don, pero ellos no saben cuál es, a parte, yo al principio veía a tu papá como a un amigo porque así lo quisimos, pero después lo ví como a algo más debido a que así lo deseamos, tú para Ronny serás lo que él necesite, una amiga, una hermana... su protectora —me terminó de explicar.

— ¿Soy yo o lo último lo sacaste de un libro? —le pregunté sonriendo.

—Sí y no, no sé cómo la autora supo de la reacción hacía los mates, pero es verdad —me respondió.

—A lo mejor es como nosotros —dije riendo —. No sé mamá, por el momento no quiero saber nada de amor —volví al tema principal.

— ¿Sabes? Él sería el primer hombre del que te vas a enamorar de verdad y del único que me haz contado.

—Es porque es la primera vez que me enamoro de alguien, pero no quiero herirlo —respondí triste.

—Tu padre nunca quiso herirme, trató de que me alejara de él, pero yo no se lo permití, yo luché por nuestro amor y te tuvimos a ti, mi niña —me contó al borde de una lágrima.

Nunca me contaron su historia de amor, no obstante se veía que en su tiempo fueron muy felices y lo eran hasta que un vampiro le quitó la vida a mi padre y juré vengarlo.

Mi mamá me dio un abrazo y fui directo a mi habitación donde no dejaba de pensar en lo que pudimos haber hecho él y yo. No sé cómo lo miraría en el instituto, ni cómo lo trataría.

El tiempo transcurrió hasta que logré quedarme dormida y al día siguiente desperté muy temprano, fui a correr al bosque y llegando a mi casa me arreglé para la escuela a la cual al final llegué un poco tarde.
Ya todos estaban en sus asientos y el profesor me regañó.

Sólo había un lugar vacío y claro, para mi mala suerte era alado de Ronny. Decidí ignorarlo junto a mi corazón palpitante y poner mucha atención a la clase de Álgebra. Nunca fui tan buena en esa materia, pero hacía el intento de pasar con mucho esfuerzo.

Y así las clases siguieron hasta llegar el receso en el cual me senté yo sola a almorzar fruta picada que mi mamá preparó.

—Hola —me saludo Enne con una sonrisa.

En esos momentos verla me recordaba a Ronny debido a que casi tenían la misma cara.

—Hola Enne —dije sonriendo.

— ¿Te puedo hacer una pregunta?

—Claro, dime.

—Después de clases ¿Quieres ir al centro por vestidos? Es que decidí ir al baile.

Unidos Por La Luna: El secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora