jardín inquebrantable pt. 7

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El pastel estaba hecho, ahora sólo restaba un problema.

-Oigan, ¿Cómo vamos a llevarlo sin que Nami se de cuenta?- habló un pequeño.

-Chopper tiene razón, tendríamos que tener la llave de su casa...¡esperen! ¡tengo una idea!-
Luffy y Usopp se miraron maliciosamente.

-Oh no, no sé porqué presiento algo malo- habló Vivi y Robin rió.
- hay alguien que tiene la llave, y que puede ayudarnos- comentó Usopp, y su mirada se instaló en un rubio.-Pero necesitamos la ayuda de un galán-

sanji sonrió cómplicemente, Luffy para entonces ya estaba marcando el número de Nojiko.

*BEEP...BEEP...BEEP...EL NÚMERO QUE UST-*

Luffy chasqueó la lengua, y volvió a marcar. La misma respuesta.

- chicos, debo de volver a casa, lo siento- habló Vivi mientras se quitaba el delantal y agarraba su bolso. -¡oh! yo te llevo- Luffy se ofreció.

||||||||||||||| I ||||||||||||||||

- entonces Zoro escupió el agua hacia Usopp- redactaba Luffy entre risas.

Hace un rato que habían salido de la casa del cocinero. Luffy conocía a Vivi desde la primaria, sólo que la niña era demasiado tímida como para hablarle a un chico tan popular como Luffy; aunque este lo niega.

-¿Porqué nunca estoy cuando pasan esas cosas?- rió Vivi, mientras paraban en una gran casa blanca con detalles azules.
-Bueno, hemos llegado, gracias por traerme, Luffy- sonrió. - Cuando quieras...¡Oh, cierto! Vivi, ¿podrías prestarme tu cuaderno de ciencias sociales? Reprobé el semestre pasado, y si no apruebo el examen, Kureha llamará a mi abuelo y me matará- Comentó un preocupado Luffy.

-¡Seguro!-.

||||||||||||||| II |||||||||||||||

-Ah... debí haberle pedido comida a Vivi, ahora tengo hambre, y el camino no es corto-.

De la casa de Sanji para la casa de Vivi, debia de pasar la avenida de Grand Line. Donde se encontraba la casa de Chopper.

Luffy vivía en la avenida East Blue, un poco más lejos. Por lo que pasaba cerca del restaurante de Sanji.

Las puertas se abrieron, dejando paso a un destellante candelabro.

-¡Ah! ¡Luffy! Me alegra verte- sonrió Duval.

-¡Hola! Vengo por lo de siempre- contestó animado.

El restaurante en sí no era muy grande, máximo podían comer 100 personas en cada piso, ya que eran dos. Los chicos le habían ayudado a Sanji a decorarlo hace 2 años. Y en todo ese tiempo ya había ganado una gran fama. Muchas veces Luffy había pensado en trabajar ahí. Pues estaba un poco cerca y muchas veces sus amigos iban al restaurante. Pero su abuelo le prohibió pensar en otra cosa que no sea la escuela. Últimamente estaba reprobando más materias de lo normal.

-Aquí está, espero que lo disfrutes- Duval dejó los platos y se sentó a lado de Luffy.

- Qué raro que Sanji no haya venido a trabajar- cuestionó Duval mientras jugueteaba con un plato que aún no había tocado Luffy.

-ah, tenemos...tenemos...una sorpresa- rió Luffy.

-¿Sorpresa? ¿Para quién? ¡Ah! ¿No será para esa bella señorita de cabello naranja?-

-shishishishi ¿Cómo lo supiste?- habló entre bocados.

-Se le ve muy enamorado, espero que con eso la conquiste- habló feliz Duval.

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