Innocent Love

Jardín inquebrantable pt. 8

El menor se quedó mudo, ¿Cómo dieron con él?, se supone que no es tan fácil rastrear a alguien ¿O si?

-S-Sabo, ¿Qué haces aquí? ¿Acaso...te mandaron a buscarme?- preguntó preocupado, si era así, Monet sabría que había mentido y de nada servirían los sacrificios para no entrar al cuarto.

-¿Qué? No, fué Dadán, me llamó por comida y te ví aquí. ¿Pasó algo? ¿Te perseguían?- ah, menos mal, Sabo no estaba al tanto con la situación psicológica de Luffy, y no sabía sobre la existencia de Monet en la familia.

-Ah, no, estoy bien, nadie me persigue, sólo.... fué raro verte aquí-.

Nadie sospechaba, bueno, seguro que Dadán sí.

La mirada de Sabo recayó en Law.

-Ah, él es...- Luffy intentó introducir a su compañero, pero no recordaba su nombre. Así que Law terminó su trabajo. - Me llamo Trafalgar Law, soy compañero de sombrero de paja-.

Sabo rió, ¿Quién identificaba a alguien por sus accesorios? No podrías ir en la calle y encontrarte a un amigo e identificarlo como "Anillo azul".

- Encantado, Law yo soy el segundo hermano mayor de Luffy, Sabo-.

||||||||||||||||||||||||||||| I ||||||||||||||||||||||||||||||||

-Así que aquí estamos...- habló a la nada.
No era la primera vez que entraba a su casa, pero sí la primera vez silenciosamente.

El pastel pesaba lo suyo; abrir la puerta le resultaría más difícil de lo que creía.

<<Nojiko dijo que Nami estaría en la ducha ahora, entonces es mi único momento de entrar, guardar el pastel y...>>

Sacó la copia de la llave, acomodó el pastel entre sus brazos, abrió y cerró con rapidez.

Objetivo: Entrar caudalosamente. CONSEGUIDO.

La casa de las hermanas era acogedora, con leves tonos naranjas, verdes y azules. La mayoría de los muebles son de madera, cada uno con un pequeño manto blanco, regalo de Bellemere-san es sus tiempos libres.

-la cocina, la cocina...- canturreaba Sanji en busca de la misma. Guardó el pastel y observó que faltaban demasiados ingredientes para subsistir.

Era momento de irse, ya había hecho su parte...pero algo le decía, o más bien, alguien lo atraía.

¿Podría quedarse? ¿Un poco más?
¿Estará bien si la visita? ¿No habrá consecuencias?

Esas preguntas se hacían más fuertes a la vez que subía las escaleras.

-Espera...- susurró para sus adentros. - Ella...se está duchando, ¿No será raro el verme?- su mano tembló al momento de agarrar la manija.

-¿Sanji-kun?- se congeló.
No.
Puede.
Ser.

||||||||||||||||||||||||||||| II |||||||||||||||||||||||||||||||

-¿Ya tienes todo?- preguntó al entrar a la habitación.
-no todo, debo buscar las hojas.-

Luffy acarició la cama tendida y sonrió con nostalgia. Zoro paró de buscar al ver la escena. -¿Luffy?, ¿Estás bien?-
El pequeño suspiró y sonrió.- Cuando iba con mi padre a ver a mi mamá, me tenía que quedar unos días, porque el viaje era muy largo. En esos tiempos, Ace y Sabo me sentaban en la cama de Dadán y buscaban cosas que a ella ya no le sirviera y que se vieran bien en mi. Para causar un gusto a la mirada de los demás. Ace siempre apartaba a Sabo a la hora de probarme cosas.- rió y algo dentro de Zoro se quebró.