Innocent Love

jardín inquebrantable (FLASHBACK EDITION)

El bullicio empezó a subir y Chopper corrió hacia los brazos de su mejor amiga.- Robin, ¿Es verdad que Luffy y Sabo están perdidos?- Robin sonrió hacia el pequeño y le revolvió el cabello.- Incluso si estan perdidos, alguien les robó los hígados, les metieron droga o incluso si un oso los mató. El director y el profesor Frankie los encontrarán.- Para el momento en que terminó de hablar, la mayoría de los chicos cerca de ellos, se habían alejado.

Un hombre, alto, altísimo, con un afro y unos lentes circulares subió al atril. Carraspeó frente al micrófono para tener la atención de todos. Una vez que el ruido bajó, sonrió y habló.- Buenas tardes tengan todos ustedes.- Gritó al micrófono, haciendo eco en el gimnasio, incluso con más de 200 personas.- Sé que están muy ocupados estudiando, ejercitándose o enseñando. Pero lamentablemente tenemos registro de que dos alumnos excepcionales, se han perdido dentro de las instalaciones. No sabemos cómo ha podido ocurrir esto, pero lo que sí sabemos es que no vamos a descansar hasta encontrarlos y llevarlos sanos y salvos a casa.- Golpeó el puño en la mesa y los chicos aludearon y gritaron, el hombre levantó las manos y se creó el silencio.- Me alegra que todos estén de acuerdo en ayudar en la búsqueda.- Ahora había abucheos.- ¡Tranquilícense! Se podrán ir después de haber ayudado dos horas.- Los chicos volvieron a quejarse y uno que otro empezó a salir del gimnasio, pero olvidaban la idea al ver al profesor Franky parado en la gran puerta.

-Ese es mi último veredicto. Y el que no quiera ayudar, se podrá quedar en la escuela practicando algún club. Los dividiremos en siete grupos.-

||||||||||||||| I ||||||||||||||||

La chica se limpio los últimos restos de tierra y frenó. Miró el cielo de nuevo, cerró los ojos y el aire la abrazó moviendo su rojo cabello. Los abrió y las lágrimas empezaron a salir desbordantes y rápidas. Lentamente se incó y abrazó las piernas. El suelo negro debajo de ella aún estaba caliente por los rayos del sol,

-Belle....mere-san.- Arrastró el nombre y gritó aún más. Estaba enojada, rabiosa y encolerada con la peliazul.

Después de haber terminado "la conversación"de odio y rencor, el chico y el profesor se habían ido a sus respectivos lugares, Nami le había dicho a Sanji que pronto irían ellas igual. Pero había sido mentira.

Habían vuelto a pelear una vez reiterado que no hubiera nadie que pudiera oirlas gritar. Viví tomó ventaja y había corrido hacia la peliroja y la había estrellado contra el pasto, habían dado un par de vueltas buscando quién era la más fuerte.

Se jalaron el cabello, las ropas, la piel. Todo lo posible, hasta que decidieron huir cada una hacia cualquier lado lejos de la otra.

Así fue como cada una regresó a su casa. Nami lloró unos minutos que parecían infinitos; su casa quedaba cerca de un campo, por lo que el camino hacia ella era desértico e inhabitado. Gritó y pataleó, sintió que toda la ira acumulada por la pelea y la conversación, dejaba su cuerpecillo y las lágrimas frías recorrían sus rosadas mejillas; el cabello se le alborotó y lo jaloneó. La voz pasó a rasparle la garganta cada vez que ésta salia con un grito.

Unos momentos después, se levantó del cálido pavimento y volvió a seguir su camino a casa.

Espera.

Paró y acomodó las manos en su pecho, le dolía, mucho. Abrió la boca para poder tomar más cantidad de aire, pero fue inútil, éste no quería pasar pos su garganta, el brazo izquierdo le empezó a temblar. No lo soportó más y corrió a muy duras penas hacia la casa.

No llegaría...lo sentia, cada paso que daba, el corazón le pesaba mucho más.

<<Ayuda...¡Ayuda! ¿¡Es qué no hay nadie pasando?!...Ayudenme..>>