Capítulo 8.
Cita y una cena desastrosa.
Narra Andrew.El recorrido hacía el centro comercial fue silencioso, Samara se mantuvo todo el tiempo viendo hacía la ventana, creo que a ambos se nos había bajado los ánimos al tocar aquel tema tan delicado y la entendía, para mi Sean era como mi hermano de otra sangre, mi mejor amigo.
—¿Y Cuál es tu color favorito?—Le pregunté para acabar con ese silencio.
—Verde creo, ¿Y el tuyo?—Me miró mientras caminábamos dentro de el centro comercial, una pequeña sonrisa salió de sus labios y aunque sabía que era un poco forzada me mantuvo más tranquilo, no quería que este día se estropeara.
—No lo sé, ¿para ti cual sería mi color favorito?
—Pareces el típico chico que le gusta el color negro o azul, pero para mi tu color es el blanco.—Me contesto mientras iba mirando la vidriera de cada tienda de ropa que pasábamos.
—¿Blanco?—Le pregunté mientras ponía frente a ella y caminaba de espaldas.—Pero si un color muy simple.
—Por eso mismo, cuando un pintor quiere pintar, pinta sobre algo blanco, y tú eres como una pintura sin comenzar.—Suspiró.—Necesitas un pintor que haga tu vida de colores.
—No me esperaba una respuesta así, ¿y tú quieres ser esa pintora?—Una risa nerviosa salió de sus labios.
—No lo sé.
—Si deseas serlo, solo dime.-Le guiñe un ojo y me coloqué a su lado de nuevo.—¿Qué te parece si vamos a comer un helado?
—Claro, es helado gratis, ¿quién desperdiciaría esa oportunidad?
—¿Quién te dijo que yo iba a pagar?—Me miró mal.—Pues claro que pagaré, solo con una condición.
—Dime.
—Quiero que tengamos un cita. ¿Quieres?—Samara se detuve en medio pasillo, yo igual, vaya no creí que fuera a detenerse solo por decirle eso.
Estaba nervioso, toda la noche había estado pensando en esto, en si era una buena idea, si Jacob me mataría o no, era la segunda vez que una chica me llegaba a interesar tanto, Samara era distinta y todo dependía de su respuesta, una señal, sabría si ella verdaderamente querría algo conmigo o solo esta aquí por el favor que le estaba haciendo.
—¿Una cita? Hablas de esas citas que los chicos le piden a las chicas, que para conocerse y llegar a ser algo más, esas que terminan con un beso al final o quieres que te acompañe al doctor.—Me miró nerviosa, genial me interesa una chica que tiene vomito verbal.
—Sí una cita, justo ahora y no todas terminan con un beso al final, pero si quieres puedo darte los que quieras.
—Sí.
—Entiendo si no quieres, no se ni para que pregunto, soy pendejo…—Me interrumpe.
—Dije que sí Andrew.
—¿En serio?—Le pregunté sorprendido.
—Exagerado, ni que hubiera aceptado ser tu novia.
—Ya eres mi novia.—Empecé a caminar con ella a mi lado de nuevo.—Falsa, pero algo es algo.
(…)
—¿Y la chica acosadora y loca por ti es falsa?—Me preguntó cuando íbamos entrando a la heladería.
—Okay, quizás hice una mentirita piadosa pero fue para una buena causa, ¿no?—Me senté en una de las sillas blancas de la heladería, Samara se sentó frente a mi , casi todo era color pastel, tenía muy buena iluminación, me gustó el lugar, era cálido y tranquilo.
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Él es mi novio [COMPLETA]
Dla nastolatkówSamara una chica de dieciocho años, acaba de salir de la secundaria, decide tomarse un "año sabático", ya que ella con su mejor amigo, Jacob, va a buscar un trabajo para ahorrar y así poder pagar su universidad. Samara tiene una familia muy grande...