×Narra Guillermo×
Nunca había tenido tantas ganas de volver a CDMX como ahora.
En cuanto mi taller acabó, empaqué mis pertenencias y compré boleto para el viaje de vuelta.
Las cosas no habían mejorado luego de esa llamada en la madrugada.
Al contrario, ya que Eleonore no ha mostrado ninguna señal de vida desde entonces.¡Ninguna!
No le llegaban los mensajes.
No entraban las llamadas.
No actividad en sus redes.Y es que soy idiota, muy idiota, de esos idiotas que no se dan cuenta de sus errores hasta que todo está para el arrastre.
Ahora lo sabía: había actuado mal, en demasía, y lo lamentaba con todo mi ser... pero claro, eso no arreglaba nada.
— Maldita sea... —murmuro entre dientes al escuchar por las bocinas que mi vuelo estaba demorado.
Afortunadamente se trató de un atraso de media hora (y no de dos horas, como antes alguna vez me tocó), y pronto estuve en mi asiento, junto a la ventana.
A mi lado se encontraba un chico rubio, de mi edad calculaba yo, con sus cascos puestos. Los tenía a un volumen tan fuerte, que podía escuchar las canciones y su letra sin batallar.
Sonrío amargamente cuando identifico Payphone, de Maroon 5. Presto atención a lo que decía y encontré verdades que antes no veía.
Y bueno, luego siguieron otras canciones como Prometiste, Me niego y todas las 'cortavenas' que se te pudieran ocurrir.
¿Acaso se trataba de algún tipo de castigo/tortura divino?
De ser así, la lista de canciones fue meramente acertada y eficiente para hacerme sentir fatal (más de lo que ya).
Bueno, al menos el tipo tenía buen gusto musical.
[...]
Ya lo sabía.
Sabía que nadie estaría esperando por mí en el aeropuerto, pero el saberlo no disminuyó el dolor al no encontrar cierto rostro moreno que ansiaba por ver.De no haber ocurrido el problema entre los dos, ella estaría ahí, con una pancarta que diría "¡Te extrañé!" llena de corazones.
— Debo... debo buscarla... y arreglar todo esto de una vez —digo en voz baja mientras caminaba a la salida.
Pensaba en lo que le podría decir (nada venía a mi mente), cuando alguien grita:
— ¡Hey, oye!
Y alguien más le sigue:
— ¡El chaparrito!
Detengo mis pasos.
Veo por el rabillo del ojo que ellos se acercan y agacho la mirada.— Sam, Rosty. No estoy de humor para—
No me dejaron terminar, ambos me brindan un abrazo... y después un zape. Uno muy fuerte.
— Nos enteramos de todo.
— ¿Qué rayos pensabas al hacer semejante escándalo? —interroga Samantha.
Siguieron hablando, señalando errores que yo había cometido, el cómo reaccionó la gente y demás... pero mi paciencia llegó al límite.
— ¡Ya lo sé, todo eso ya lo sé y no ha pasado ni un minuto donde no me arrepienta! —estaba exaltado, así que tomo aire varias veces—. Soy una mierda de persona.
Sam y Rosty se miraron un instante.
Mi mejor amigo toma la palabra.— No, no lo eres. Solo... no supiste manejar tus emociones.
— Tengo que ir con Ele —esquivo a mis amigos, pero vuelven a interponerse.
— Espera. Nosotros ya fuimos a su casa... y no hay nadie.
Frunzo mi ceño y entrecierro mis ojos—. Deja las bromas, Rosty.
— No Memo, es verdad. Fuimos los dos.
— Entonces buscaré a su amiga, seguro que está con ella.
— ¿Sabes dónde está?
— Sé que trabaja en un Oxxo.
Ellos se quedaron serios.
— Bueno... eso no ayuda mucho. Hay como trescientos Oxxo's por aquí.
— Debe de estar cerca de la oficina donde trabajamos juntos, Rosty.
— Vamos en mi carro —César muestra sus llaves.
Duró lo suyo, pero logramos encontrar el Oxxo en el que Paulina atendía.
Me decepcioné un poco cuando la vi sola.Tampoco estaba aquí.
— Hola, buenas tardes, ¿qué se les ofrece?
— Pau, hola —trato de sonreír, pero sé de sobra que no salió bien—. Estoy buscando a Ele, ¿sabes dónde...?
— Pues en su casa, ¿no? —se apoya en el mostrador, con expresión neutra.
Sam responde.
— No hay nadie. Su vecina nos dijo que hace tiempo no se veía movimiento.
— Vamos, Pau, sé que sabes dónde está... quiero solucionar todo, de verdad estoy arrepentido y—
— ¿Va a pagar algo? —me pregunta un señor a mis espaldas.
Me aparto y le digo que no. Él agradece y le da sus cosas a Paulina para que las cobrara.
Fue algo incómoda la espera, pero cuando la cajera termina su labor, ella suelta un suspiro.— Pues te equivocas. Me dijo que saldría, pero no a qué sitio. Y aunque supiera no te lo diría, por cab**n pen****.
— ¡¿Oye pero qué te suce...?!
Rosty con una seña le pidió a Sam que se detuviera, y ella lo hace muy apenas.
Yo me limito a aceptar en silencio el insulto.
Le doy las gracias, me despido y salgo a paso lento del local.Subimos al auto y nadie se atrevió a decir algo. Rosty tomó camino a mi casa y al estar ahí y yo caminando a la entrada con mis maletas, por fin habla.
— ¿Qué harás?
Miro atrás y veo la preocupación en sus expresiones.
Levanto mis hombros y, sonriendo falsamente, susurro:— No lo sé.
Ahí muere la conversación y reanudo mis pasos, dispuesto a llamar, esperar e implorar al cielo las veces que fueran necesarias.
Solo la quería de vuelta.
.
.
.Asddddfdfd holi c:
Ya los quiero juntar de nuevo, pero así no tendría chiste... o sí?
Jeje, ya mero
Gracias por seguir apoyando, l@s amooooo♡Nos vemos en el siguiente capítulo de....!
Pd: amo Maroon 5.
![](https://img.wattpad.com/cover/167515573-288-k181695.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi chico ideal (Memo Aponte)
FanfictionUna chica, fan del famoso Memo Aponte, actor de doblaje, termina siendo afortunadamente la seleccionada para un nuevo Disney Challenge. Todo debería salir bien... ¿o no?