Mi corazón te eligió

375 19 2
                                    

-- Estoy listísima entonces.

Estaba consciente de que lo que mi corazón mandaba hacer en ese momento era posiblemente, una locura.

Pero la situación me superaba, ella y lo que me hacía sentir hace tiempo me superaban.

Casi cuatro meses de hablar con ella y me parecía poco tiempo comparado con el fuerte lazo que habíamos formado.

Antes de que la duda ganara terreno en mi decisión, lo hago: junto nuestros labios en un beso.

×Narra Eleonore×

Una sensación indescriptible llena todos mis sentidos cuando sus labios atrapan los míos.
No lo esperaba, para nada, y cuando él se separa, me quito el gorro lentamente.

-- Me-Memo --logro decir cuando al fin puedo verlo.

Él se veía nervioso y apenado, pero sobre todo feliz. Lo sabía por la gran sonrisa que esbozaba.

-- Eleonore --por como lo dijo, supe que lo que sea que tenía que decirme era serio--. Tú sabes que yo soy una persona que no ha tenido mucha suerte en el amor... que si me declaraba a alguna amiga, no me correspondía y nuestra amistad se arruinaba.

(Continuación del diálogo)>> Y sé que corro el riesgo ahora, contigo, pero no permitiré que el miedo me venza, porque tú lo vales.

Eleonore, eres... wow, eres un ser hermoso. Eres una mujer por la que cualquier hombre caería, de verdad.
En tan poco tiempo me has cautivado como nunca nadie lo había hecho.

Y es increíble, porque siempre bromeaba sobre que mi mujer ideal tenía que ser similar a Rapunzel --Memo se ríe--. Y mi corazón te terminó eligiendo a ti...

Por eso, aquí y ahora, te digo que te quiero.
(Fin del diálogo)

Mis ojos se inundaban de lágrimas y, cuando no pude contenerlas más, me lanzo a los brazos de Memo.

-- Yo también te quiero, Memo, muchísimo --las lágrimas rodaban por mis mejillas--. Me haces muy feliz.

El chico me soba la espalda--. Esto se supone que te lo diría en una cita en el mejor restaurante de la ciudad, con unas rosas y un Mickey gigante... pero no podía más con el deseo de decirte.

Libero una carcajada y tomo distancia para poder ver su rostro.
Él, al visualizar mis mejillas mojadas, las seca con su pulgar.

-- No, no te preocupes, esto es perfecto, así con nuestras pijamas como gala, comida chatarra y la banda sonora de Bichos --él se ríe y yo le cubro ambas mejillas--. Es más que suficiente.

Memo suspira con alivio y junta nuestras frentes. Yo no resisto más la tentación de besarlo y lo hago.
Él responde sin chistar, colocando sus manos en mi cintura.

Estaba alucinando, no podía creerlo, ¡estaba besándolo! Y vaya que él sabía cómo.

-- Sabes a gomitas --susurro contra sus labios.

Aponte me acomoda un mechón de cabello  de mi oreja.

-- No es mi culpa, son deliciosas.

Alzo ambas cejas y, acordándome que debía llegar temprano a casa, veo la hora.

11:23 pm.

Sí, habíamos visto alrededor de cuatro películas.

-- Creo que... ya debo irme.

El actor de doblaje hace una mueca--. ¿Por qué acabó tan pronto...?

Los dos nos levantamos del cómodo sofá para ponernos a recoger todas las envolturas y limpiar los trastes usados.

Memo se ofreció a llevarme y yo acepté. Quería pasar el mayor tiempo posible con él...

Mientras manejaba, él baja una de sus manos al cambio de velocidades.
Con discreción busca mi mano y yo le facilito la tarea, poniéndola encima de la suya.

Veo que sonríe y entrelaza nuestros dedos.

[...]

-- No quiero soltarte --dice Memo abrazado a mí.

-- ¿No te suena? Algo así pasó cuando me trajiste a casa el día que grabamos el challenge.

-- Tú no querías irte --recuerda él y siento su cuerpo vibrar por reírse--. Me habías parecido tierna entonces.

-- ¿Habías?

-- Creo que ahora aún más.

Nos distanciamos un poco y me besa la frente. Casi me desmayo ahí mismo.

-- ¡Oh, Memo! --exclamo al acordarme de algo--. ¡Tengo algo para ti!

Él alza una ceja, curioso repentinamente.
Yo saco de mi sudadera un boleto color blanco y se lo entrego.

Lo empieza a inspeccionar.

-- ¿Qué es esto?

-- Verás... pertenezco a un grupo de baile --Memo abre su boca, asombrado a montón--. Cada año en diciembre se realiza un festival y...

La forma en la que él me miraba me puso nerviosa y agaché la mirada.

-- Y te gustaría que yo fuera --termina por mí.

-- S-sí.

Memo me toma por los hombros, muy emocionado--. ¡Claro que iré, me encantaría! Haré lo imposible, lo prometo.

Me armo de valor y lo miro a los ojos.
Esos ojos que antes pensé que nunca los vería en persona, y ahora... ellos estaban frente a mí, totalmente alegres.

-- Creo me he enamorado más --musito, un poco embobada.

Él, mordiendose el labio, me abraza una última vez.

-- Buenas noches, princesa.


Mi chico ideal (Memo Aponte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora