Mi chico ideal (Memo Aponte)

Sanar

×Narra Eleonore×

Dicen que no es bueno silenciar dolores.
Es cierto, de que puedes, sí, pero terminas haciéndote más daño.

Pero no me había importado.

Nunca me había agradado lucir débil frente a los demás, ni siquiera con los más cercanos.
Y en todos mis años, lo había logrado: lucía fuerte a los ojos de todos.

Hasta que Memo apareció.
Él se quedó y rompió con mis esquemas, con mis muros, con toda la falsedad que tantos años yo convertía en verdad.

Le conté todo, de principio a fin.
Le conté lo que no me atreví nunca a confesar.
Le conté que había tenido problemas de alcoholismo hace unos años.
Le conté que mis padres siempre intentaban que saliera del vicio, pero no lo conseguían.
Le conté que una noche de diciembre, ellos habían salido a mi búsqueda porque no contestaba las llamadas.
Le conté que la carretera estaba resbalosa porque había llovido y el agua había cuajado.
...
Le conté que habían perdido la vida, y que me sentía, desde entonces, terriblemente culpable.

Terminé con un sabor amargo de boca.
La paranoia me fue invadiendo, el miedo de que Memo, muy serio entonces, me mirara con otros ojos y se fuera de mi lado.

Pero... nuevamente, él se quedó.
Se quedó esa noche.
No comentó nada de eso, sólo estuvo conmigo.

Más tarde, él había sido quien había cuidado de mí. A pesar de siempre estar cargado de trabajo: nunca faltaba su presencia diaria.

Él me convenció de buscar ayuda profesional. Tuvo que insistir mucho, y costó algunas disputas, pero finalmente cedí.

De todos los Eneros que había vivido, ninguno era similar a este.
Todo el mes tuve altas y bajas, como una auténtica montaña rusa.

-- Lo estás haciendo de maravilla, amor --me decía Memo cada que salía de una cita.

Era algo indiscutible decir que Guillermo había sido un pilar determinante en todo el asunto de... sanar.

Y no sólo ahora, sino desde años antes, desde que había decidido cambiar de casa, de ciudad, de estado,...
Él estuvo presente, con sus videos, siempre animándome con sus tonterías, haciéndome olvidar mis problemas.

Cuando se lo dije, se le saltaron lágrimas de sus ojos y me había abrazado como nunca antes.

-- ¿Para qué quiero un príncipe azul? Tú eres mucho mejor.

-- ¿Verdad? --presume en un intento de bromear, pero su voz temblorosa no había ayudado.

Nuestros lazos no hicieron nada más que crecer pasada la problemática.
Yo había aprendido muchas cosas, ambos habíamos madurado, y si antes estaba segura de que él era mi chico ideal...
Ahora defendería esa idea a capa y espada.

Oyeeeeee

Hey hey, no te vayaaaaas LEÉMEEEE!
Ya tengo tu atención? Holaaaaalspdkc
Estos dos capítulos han sido un tanto... serios?
Pero los consideraba necesarios para que la relación Melemo creciera, so... espero que no se hayan aburrido xdd
La proyección de esta historia es corta:(... pero si a uds les encanta encanta, quizá cambie de opinión... 😏
Si me leíste hasta aquí, te lo agradezco y te amo por eso;3
Se vienen cosas shidas
Chaitooo