Returning Home

Paper Doll

"Hazme caminar, hazme hablar, haz conmigo lo que quieras. Puedo actuar como una estrella, puedo suplicar de rodillas... Puedes cepillar mi cabello, desvestirme en todas partes. Imaginación, la vida es tu creación" - Barbie girl/ Aqua.

***

Beverly Hills.

Su cuerpo estaba temblando incontrolablemente de nuevo. Las lágrimas caían por sus mejillas, como lo habían hecho durante las últimas semanas. Estaba agazapada en aquella esquina de su habitación, que ya estaba empezando a moldear la forma de su cuerpo deprimido. Sin embargo, esta vez, en su mano derecha sostenía una mini versión suya, en forma de muñeca; mientras que en la izquierda, el teléfono celular se movía con desenfreno, al tiempo que su dedo pulgar intentaba obtener la calma suficiente para presionar el nombre del contacto indicado.

Una voz interior le gritaba que se detuviera

Una parte de sí misma estaba arrodillada, suplicando porque no lo hiciera.

Y en el fondo, la más reciente canción de Derek, programada para repetirse una y otra vez sin descanso, seguía sonando.

Muñeca de papel, ven a probártelo
Quítate ese chiffon negro
Aquí tienes un vestido dorado y azul
Claro que fue divertido portarme bien contigo

Para estas alturas, Piper McLean podía ser considerada como masoquista... y no en el sentido sexual de la palabra. Encontrar la muñeca frente a su puerta la había afectado a sobremanera. Había llorado, había hecho un berrinche que cualquier niño pequeño envidiaría. ¿Por qué tenían que venir a recordarle todo aquello en lo cual había fallado? ¡Como si no se lo recordara su actual vida, día con día!

En un ataque de locura, había tomado unas tijeras, y había atacado su propio cabello, sin dudar. Lo había cortado sin ningún cuidado, en capaz desiguales, deshaciéndose de lo que quedaba de sus extensiones. También había destrozado la ropa que traía puesta, junto con la mayor parte de los conjuntos que tenía en su armario. No había salido de la habitación desde entonces.

Y ya era viernes.

A este lo hicimos solo para el otoño
Y en invierno queda un poco demasiado pequeño
Este verde menta es nuevo para la primavera
Mi amor no costó absolutamente nada

Ya estaba en el suelo, cuando Derek lanzó la nueva canción, esa misma mañana. Y para estas alturas del día, todos esos comentarios de "Piper nunca mereció su amor", "Pobre Derek, merece una mujer que sí lo valore de verdad", "Maldita McLeazorra, ojalá que esté pudriéndose en el infierno ahora mismo", "¡Mira lo que hiciste, imbécil, le rompiste el corazón a mi bebé!", entre otros muchos, literalmente la estaban arrastrando cada vez más adentro de un agujero negro sin final.

Cada vez que algo como esto sucedía, Piper creía que ya no podía caer más bajo, sin embargo, la vida terminaba por decirle que estaba realmente muy equivocada, y que siempre... absolutamente siempre... Todo podía ponerse mucho peor de lo que ya estaba. La verdadera pregunta era, ¿cuánto tiempo más podría ella resistirlo? Ahí, completamente sola.

Eres como veintidós chicas en una
Y ninguna de ellas sabe de qué está huyendo
¿Fue demasiado grande la caída?
Para una pequeña muñeca de papel

-Allô?- la voz femenina que con tanta rabia, hacía un par de años le había gritado las últimas palabras que le dirigiría hasta entonces, le contestó, pronunciando en un perfecto francés- ¿Es importante? ¡Estoy ocupada!

"Será el mayor error de tu vida"- había acribillado ella en aquel entonces, al tiempo que se negaba a asistir a su boda.

- Allô?- repetía ahora, tras el silencio de Piper.