CINCO

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Me fui a mi pieza y me encerré, no la quería ver, me podría ir pero no se a donde.

La casa de mi papá esta descartada por motivos obvios, la de mis abuelos también ya que viven en el sur y no tengo plata para irme de una. Lo único que me quedaría es ir con mi madrina pero no se si me acepte, lo ultimo que supe de ella era que estaba casada y con un hijo. No quería irrumpir en su casa con mis problemas.

Llame al Diego, el siempre sabia que hacer. Espero que esta situación no sea la excepción.

—Mila, que pasa— contesto altiro

—Eh, nos podemos juntar en la plaza que esta enfrente de tu casa.

—Si obvio, te espero, queri que lleve galletas y jugo — me pregunto, siempre que lo llamaba y le pedía que nos juntaramos era por que algo iba mal, entonces llevaba comida para que pasara las penas.

—Si porfa.

—Bueno, te espero donde siempre— dicho esto me colgó.

Antes de salir agarré las llaves, los audifonos y un poco de plata.

—A donde vai— pregunto cuando pase por el living

—Que te importa.

Cerré la puerta y me puse mis audífonos, busque mi playlist de cuando estaba bajon y la puse en aleatorio. Sin culpa empezó a sonar, si, quizás sea raro eso pero no me gustan las canciones tristes cuando estoy triste; mi playlist consiste en puras canciones de carrete. 

•••  

Cuando llegue a la plaza vi al Diego esperándome donde siempre con un jugo watts y muchos paquetes de galletas.

—Holi.

—¡Mila! Hola como estai, no mejor no me digas altiro ¿galletitas?

Reí por su bombardeo de palabras me senté a su lado y saque una galleta de limón.

—Cuéntame que paso.

—Me pelee con mi mamá, si es que le puedo decir mamá ahora.

—Que te dijo ahora.

—Que no me dijo, que no le dije.

  •••  

Termine de contarle todo al Diego, desde lo que paso en el colegio hasta la pelea con mi mamá.

—Si quieres hoy te quedas a dormir y mañana vas a hablar con tu madrina.

—¿Enserio?

—Si, además a mi mamá le encanta que te quedes.

Sonreí, la mamá del Diego es un amor,  me trata como si fuera su hija.

—Bacán, tu crees que tu mami me haga un huevo a la copa, es que sus huevos son otra wea.

El se rió y tomo los paquetes de galletas vacíos.

—Yo creo que si, pero si lo hace mi teoría tomara mas peso.

—De que teoría hablas.

—Que mi mamá te consiente mas a ti que a mi.

—Ridículo.

Caminamos hablando de cualquier cosa que se nos pasara po la cabeza, cuando llegamos a su casa el perro del Diego nos recibió.

—Donde esta el perrito mas lindo de todo el mundo—dije tomando al Tupi,

—Hasta el Tupi te quiere mas a ti que a mi.

—Que pasa con este escándalo— dijo la mamá del diego caminando a la entrada—. Mi niña, tanto tiempo, quiere algo para comer se ve que tiene hambre— me abrazó con tanto cariño que sonreí.

—Como me conoce, con eso venia hablando con el Diego.

—Adivino, un huevo a la copa con un tecito.

—Le achuntó.

—Ya vengan a la mesa que ya se los llevo. Tu también Diego, que te hago uno igual.

—Gracias mami— dijo mi amigo sacandome la lengua.

Así que esto es el calor de hogar.

     

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