VEINTINUEVE

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Luego de dar esa mugrosa prueba, me pude relajar.

—Estas lista minion— la cabeza del Gabo se asomo por la puerta de mi pieza.

—Yass, vamos.

Este será un viaje para recordar.

•••

—Ya chiqillos, unos van a tener que irse conmigo y los otros en bus, los voy a buscar cuando lleguen al terminal— habla el Pizarro

El auto era chiquito, onda pa tres personas y todos los bultos que llevamos, que pocos no eran.

Nos miramos entre los seis y la Trinidad empezó a hablar.

—Bueno, yo digo que obviamente Rafita, Ambar y Alan deberían ir juntos en el auto— dijo moviendo su pelo.

—Muy buena tu idea pero te sobra un espacio, yo digo que se vaya la Mila— habló mi amigo.

La rubia lo miro mal para luego pasar su mirada hacia mi y poner una cara de asco.

—Uy, verdad que este viaje se volvió beneficencia, como viaje municipal.

Respira, inhala exhala, no le pegues ala rubia.

 —¿Tení algún problema conmigo?

—Sí, no se si dejar mis cosas en el auto porque me las puedes robar.

¿Esa weona me acaba de decir ladrona?

—Mira, no soy de ofender a minas porque según yo no se debería pero ¡me estai webiando!— dije acercándome hacia la Trinidad —. Yo diría que la que va a robar algo eres tu.

—¿Enserio? Querida a mi no me falta nada, en cambio a ti todo te falta incluso clase.

—Yo diría que no, algo que yo tengo y ti te falta es cerebro y mira ¡eso no se compra!

La Trinidad me mira enojada, levanta su mano dispuesta a ¿pegarme? Ups, parece que la clase se le quedo en la casa. Obviamente si ella me toca yo no respondo.

—Ya basta— dijo el Pizarro agarrando la mano de Trinidad —. Ambar, Alan y Trini se van conmigo, Gabo y Mila se van en bus.

Lo miro sorprendida, eso si que no me lo esperaba.

—Dale, Gabo vamos para agarrar el primer bus que salga del terminal.

—Bueno, pero dejemos los bolsos para que viajemos mas ligeros.

—No gracias, prefiero llevármelo.

 •••

—Cuanto de viaje es para la casa de ese aweonado— le pregunte al Gabo. 

Ya estábamos en el bus, hacía un calor de la perra, tenia a un pendejo atrás y le iba pegando a mi asiento. Mejor que esto no hay.

—Dos horas y media máximo.

—Genial, nada mejor.

—Minion, se que no te bancas a la Trinidad, te entiendo yo tampoco lo hago, pero vas a tener que hacer un esfuerzo. Ella es casi de la familia del Pizarro, los papas de ambos se conocen desde hace años y puta por poco los comprometen a la antigua. Si lo vemos de ese punto estai en desventaja y ella lo sabe.

—Puta la wea, de verdad si la mina me molesta una vez más yo le aforro.

—Lo se y ella quiere que lo hagas. 

—Que wea, la mina esta fallá o que wea

—No, pero si le pegai en la casa de los abuelos del Pizarro sabe que te van a hacer la cruz y que el Rafael también lo hará.

—Yia, que wea.

—Al Rafa lo criaron los abuelos, les tiene mucho respeto y si ellos dicen algo él lo sigue sin reclamo.

Puta la wea, en que chucha me metí

—Chido, voy a tener que aguantar a esa mina todo un finde semana y ella va a estar buscándome. Nada mejor.

 —Suerte minion.

Si, mucha suerte y paciencia voy  a necesitar. 

Mucha.


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