Capítulo 2: Merecías morir!!

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Habían pasado alrededor de 4 o 5 días, estaba sentada en la cama de un hospital viendo por la ventana, estaba en una ciudad llena de edificios, no lo sabía con exactitud pero estaba segura que era en los Estados Unidos. En mi cabeza sólo habitaban imágenes confusas no sabía si de mi infancia o mi adolescencia.

-Hola, Abigail. Soy la doctora Méndez, me recuerdas? Vine para ver como sigues.

Ella tomó mis signos y luego me dijo algunas cosas que ignoré. No había querido hablar de lo que había pasado. Era aterrador.

-Está bien, Abi. Hoy podrás ir a casa. 

Llevé mi vista a la doctora. No había querido que ningún hombre me atendiera.

-No tengo a donde ir. No tengo casa. -Le dije.

-Bien, es hora de que sepas que tus padres vinieron por tí. Alguien les dijo que estás aquí.

-Alguien?

-Quieres ver a tus padres?

-No, ellos no.

Me sentí algo ansiosa, caminé a una esquina de la habitación y me deslicé al suelo.

-Un psicólogo te tratará de ahora en adelante y todo volverá a ser como antes. Quizá mejor.

-Cállese! Usted no sabe nada! Y nada va a ser como antes. No sin Dominic! No sin él! -Dije tomándome la cabeza.

La doctora salió y unos enfermeros me tomaron de los brazos, forcejeé con ellos y fue en vano. Me suministraron algo en el brazo que me hacía dormir profundamente.

-Creo que está despertando.

Abrí mis ojos al escuchar unas voces extrañamente conocidas. Llevé mi vista a mi mano. Alguien la tomaba, llevé mi vista a su rostro y no pude creerlo.

-Hola, hija!

Fruncí mi ceño, seguro era un sueño. Parpadeé un par de veces y solté el agarre de la mujer. Los observé con desconfianza.

-Somos nosotros, Abi. Tus padres. -El tipo canoso me dijo.

-No sabes cuán arrepentidos estamos. -La mujer me dijo.

-No quiero verlos. Salgan de aquí.

Les dije y llevé mi vista a otro lado.

-Hija, hemos pasado años buscándote.

-Luego de que corrieron de casa? Estaba embarazada, habían abusado de mí. Me secuestraron!! Y ustedes me negaron su ayuda.

-Hija, habíamos reñido antes de ese día. Pensamos que habías escapado.

Me quedé en silencio tratando de recordar. Mis padres no me habían dejado explicar. Así que, no quise escucharlos tampoco. Todo cariño que sentía en el pasado por ellos se había ido.

-Váyanse, no quiero verlos más.

-Abigail, no digas eso.

-Mi nombre es Raven, ahora largo! Largo!! -Les grité.

Mis padres salieron de la habitación. Habían dejado una maleta junto a la silla. Abrí ésta y observé ropa nueva, fina como la que tenía en mi adolescencia. Seguro habían gastado poco dinero en mi búsqueda y quisieron retriburimelo con ropa. Así de arrepentidos estaban.

-Enfermera, podría ayudarme a encontrar a mi...novio?

-Sí, señorita. Dígame, cuál es el nombre.

-Adam Carter, Sargento Adam Carter.

-Yo le diré a la secretaria.

Minutos más tarde la enfermera apareció.

Ciudad en Ruinas: La caída del CapitolioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora