Capítulo 14: Y si no?

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-Es la hija de Keith, la señorita es doctora. Dijo que traería la cura pero nos engañó. Era una máscara, quería infectar a unos cuantos para decir que el virus estaba aquí y... -Uno de los soldados decía, estaba algo quebrantado.

-Y?

-Enviaron misiles. Detonaron algunos edificios y luego nos enviaron a buscar sobrevivientes en eso encontramos a esta chica. Sólo queríamos acabar con su sufrimiento.

-Campamento más cercano?

-Nosotros no queríamos asesinar a los otros, lo juro por mi madre. -Era otro de los soldados.

-Otros?

-Los otros infectados. -Uno de ellos contestó muy apenado.

-Campamento más cercano?

-A unos 3 km al Este.

-Bien, nos vamos.

-Doc y qué hacemos con ellos?

-Aquí no hay mucho que hacer, nos acompañarán para facilitar la entrada al campamento.

Los tipos se pusieron en pie y caminaron a los autos. Al llegar al campamento fue fácil entrar con la ayuda de los soldados. Vimos que los soldados alidos saludaron a otros militares y me señalaron. Nina y los demás estabamos juntos frente a los autos. Un tipo se acercó y me extendió la mano.

-Coronel Dennis Olsen. Un placer conocerlo, doctor Shepard. -Era un tipo maduro de unos 60 años.

-Un placer? Acaso no soy un asesino?

-Los que conocemos a Keith sabemos quién es el malo aquí.

-Bien, dígame qué demonios quiere Keith?

-Acabar con Estados Unidos.

-Qué tanto ha causado?

-Casi la mitad de Estados Unidos está incomunicada. Sé que envió misiles y dinamita a todos los estados desde el Oeste. Aún no llega a Dakota pero sé que atacará Texas en un par de días. Sigue un orden.

-Y porqué no hace algo?

-Los pilotos de los cazas-bombarderos son sus aliados más fieles. Keith lleva planeando esto por años. He tratado de que mis hombres estén anuentes a sus órdenes pero sin matar a menos que sea necesario. Algunos tienen algun ser querido secuestrado. Pero muchos han podido escapar.

En eso llevé mi vista a los helicópteros.

-Hemos ayudado a todos los que podemos.

-Ustedes fueron quienes ayudaron a las chicas del campamento de San Diego?

-Una de nuestras unidades.

-A dónde llevaron las chicas?

-A Houston.

-Sirven? -Le señalé las naves.

-Sí, por qué?

Llamé a Nina y ella me ayudó a buscar un piloto. El coronel me dio el permiso y viajamos Nina, Jane, Benedict, Ethan y yo a Houston. Estaba ansioso por saber de Raven.

Viajamos al rededor de 3 horas e hicimos una parada de camino para recargar combustible. Estabamos algo lejos aún. Al menos no había destrucción allí. Entramos a una cafetería cercana al helipuerto.

-Keith no ha llegado aquí. -Era Nina.

-No.

-Deberíamos advertirle a las personas. -Ben me dijo viendo a la gente comer en el negocio.

-La gente no escucha las advertencias, Benedict. No podemos hacer nada más que ir por la cabeza de Keith.

Miré a Jane, ella observaba una madre y su hijo que comían un helado. Me sentí en la obligación de hacer algo. Comimos algo ligero y me puse en pie.

-Mi nombre es Dominic Shepard, soy el doctor a quién Keith echa la culpa del virus.

-Hijo de perra!

-Fuera de aquí asesino.

-Llamaremos a la policía.

Me acerqué al mostrador y pagué con el dinero que tenía de mi mochila para irme. Los demás se quedaron adentro. Encendí un cigarrillo y me quedé viendo a las personas que seguían su vida como si nada. Tiré la colilla y vi a Nina salir con un grupo de personas. Ella y Jane se me acercaron.

-Listo, ellos se encargarán de avisarles a la mayoría de personas de lo que puede suceder. Muchos no quieren abandonar pero al menos ya están advertidos. -Enarqué una ceja y me quedé callado observando a Nina y los demás caminar.

Al llegar al helipuerto encontramos al piloto muerto. Escuché algo extraño en la nave, Ethan me miró extrañado y ambos actuamos con rápidez. Tomé a Nina del brazo y ella su vez a Jane, corrí con ellas lejos del helicóptero. Segundos más tarde vimos como estallaba en mil pedazos.

-Nos están siguiendo!

-Debemos salir de aquí.

Tomamos un auto del helipuerto y salimos de allí. No sabía qué había ocurrido pero era obvio que Keith había enviado a sus hombres para asesinarnos.

-Maldición!! -Dije mientras conducía.

Miré a los demás, estaban algo impactados.

Conduje por algunas horas. Me dirigía a Texas. Tardaríamos días en llegar a Houston. Benedict e Ethan se turnaron conmigo para conducir sin parar. Comíamos algo de camino. Llegamos 3 días después a Austin.

-La mano de Keith no ha llegado aquí.

-Debemos alertarlos.

-Hablen ustedes, yo seguiré mi camino. -Les dije.

-Dom, no seas negativo. Debes ponerte en sus zapatos. -Nina me dijo.

-Sería más fácil. Yo sí escucharía las advertencias.

Fumé un par de cigarrillos y me subí al auto. Debíamos buscar un lugar para dormir. Llegamos a un hotel cercano. Tomé un baño tibio y me recosté en la cama. Pensé en el tiempo que me llevaría llegar a Washington. Saqué el collar de Raven y pensé que jamás habría hecho esto por nadie. ¿De verdad me había enamorado de ésta chica?

Me quedé dormido y desperté al escuchar una chica llorar. Pensé que tal vez era Jane que había reñido con Nina. Salí de mi habitación y vi a una joven sentada en el suelo llorando junto a una puerta. 

-Hola! Te puedo ayudar?

-Mi novio...

-Qué pasa con él?

-Está mal...

En eso escuché un golpe al final del pasillo. Corrí hasta este y vi un tipo en el suelo.

-Se encuentra bien? -Lo tomé del hombro y este reaccionó con rápidez, vi sus ojos inyectados en sangre, lo supe de inmediato. Traté de apartarme pero fue tarde, el tipo me tomó del tobillo y me tiró al suelo. Forcejeé con él, me quería, morder, estaba sediento, no había pasado mucho tiempo desde su transformación.

-Benedict!! Nina! Ayuda!!

Pedí ayuda pero parecía inútil. El infectado me mordió, la chica que lloraba en el suelo vino a auxiliarme pero no fue suficiente fuerte para quitarmelo. Él infectado la empujó y yo aproveché para golpearlo. En eso escuché 2 detonaciones. El tipo cayó al suelo.

Ethan había disparado, me ayudó a ponerme en pie y luego vio mi herida.

-Doc?

-No te preocupes...

Envolví mi mano en mi chaqueta y fui a curarme. Jane me ayudó, estaba algo impresionada.

-Hey, doc...

Levanté mi vista a Nina.

-Estás seguro que eres inmune al virus.

-Si es el mismo, sí.

-Y si no? -Ella dijo algo preocupada.

-Lo sabremos en unas horas.

Ciudad en Ruinas: La caída del CapitolioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora