Capítulo 9: Eres Carter?

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En eso hubo una explosión cerca de la oficina de Keith. Caí al suelo por la expansión, Keith también había caído, estaba debajo de una lámina del cielo raso, yo tenía un pitido ensordecedor por la explosión, había mucho polvo.

Me quejé un poco y traté levantarme. Busqué algo afilado y vi algunos de los cristales de la ventana. Me puse a gatas y traté de escabullirme pero Keith despertó y me tomó de mi zapato.

-Qué crees que haces, avecilla!?

Grité al realizar fuerza y le di una patada con el otro pie pero no me soltó. Forcejeé para librarme de él y se quedó con mi zapato. Thomas levantó la lámina que tenía sobre su cuerpo mientras yo llegaba a los cristales. Tomé uno y me volví rápidamente.

-Por qué lo hiciste?

-Hacer qué? Limpiar este país de ineptos? -Él dijo algo enfermizo.

-Matar a esos inocentes.

-Inocentes? No sabes nada, eres una estúpida niñita que sólo busca hacerse la heroína.

-Estás matando niños!!

-Es la ley de la vida, sólo sobreviven los más fuertes.

Me fui contra él y traté de asestarle el trozo de cristal en su abdomen pero el detuvo mi mano. Me tomó de las muñecas y las presionó con fuerza, esto provocó que soltara el cristal. Escuchamos unos golpes en la puerta. Estaba obstaculiza por unos escombros.

-Presidente Keith, se encuentra bien?

-Sí.

-No por mucho tiempo.

Lo golpé con mi rodilla en sus partes bajas. Él me soltó y yo tomé el cenicero y lo golpeé en su cabeza. Keith cayó al suelo. Tomé trozo de cristal y me acerqué a él quién estaba muy aturdido.

-Te veo en el infierno!

Cuando estaba a punto de apuñalarlo con el vidrio sentí un tipo de descarga y caí al suelo paralizada. Abrí mis ojos poco a poco. Vi todo borroso al principio. Sentí una punzada en la espalda. Quise moverme y me di cuenta que estaba amarrada de pies y manos, además pestaba a gas. Me habían dejado inconsistente con una descarga eléctrica. Por qué no matarme?

Llevé mi vista a un lado y estaban algunos de los hombres que trabajaban para Samuel atados como yo. Estaban insconsientes o muertos. No lo sabía. Por qué Keith nos querría vivos?

-Hey!! Despierten!!

Uno de ellos se movió. Aún me sentía adormecida, tosi un poco por el gas.

-Esto va a estallar!

-Qué? -Dijo uno de ellos y empezó a tratar de safarse.

-Debemos irnos!

Despertó a los soldados y en eso alguien le disparó a la cerradura. La puerta se abrió y unos soldados con máscaras antimotin entraron. Uno de ellos señaló a los demás y se acercaron para soltarlos, él mismo se acercó a mí.

-Hey! Quienes son? No me toques! -Le dije algo desconfiada.

El tipo alto se inclinó para desatarme, llevó su mano enguantada a mi mano derecha y la soltó. Luego a mi mano izquierda con rápidez, se quedó viendo el reloj antes de desatarme.

-Es una lástima que un reloj tan bonito se haya roto.

Él terminó de desatarme mientras yo estaba en shock. Mi cuerpo se heló. Su voz apesar de que estaba distorsionada por la máscara podía reconocerla. Dudé un poco antes de hablar.

-Dominic?

Todo a mi al rededor se detuvo cuando el tipo se empezó a quitar la máscara. Mi corazón casi se detiene al ver su rostro, era él. Estaba vivo. Me abalancé sobre él y lo besé con tanto amor. No pude evitar llorar mientras lo abrazaba.

-Dime que eres tú! Que no es el gas que me hace alucinar. -Le dije tomando su rostro, tenía algunas heridas en él.

-Soy yo, preciosa!

-Cómo es qué...?

-Te lo diré luego de que salgamos de aquí. Esto estallará pronto.

-Pero debemos asesinar a Keith.

-Keith escapó mientras llegabamos a su oficina. No sabemos hacia dónde se fue. Dejó un margen de tiempo para que los rehenes salieran, algunos. -Nos señaló con el mentón. -...antes de que estallara el capitolio.

Dom se colocó la máscara y me hicieron caminar con ellos como si fuese una rehén. Habían muchos soldados muertos, el capitolio empezaba a caerse a pedazos. A donde caminaba siempre habían escombros.

Llegamos a un tipo de estacionamiento. Allí subimos a una camioneta militar y empezamos a salir de ese lugar. De pronto el auto se movió de manera brusca. El Capitolio había estallado. Dominic y los demás se quitaron las máscaras y vieron aquello. Me sentí algo vulnerable. No podía dejar de mirar a Dominic, él me rodeó con su brazo, me recosté en su pecho y cerré los ojos.

Pronto llegamos a un edificio algo abandonado cerca de Brooklyn. Entramos rápidamente y fuimos a un salón, en eso vi un rostro conocido.  Era Samuel, le estaban poniendo una venda en una herida del brazo. Aún así me acerqué a él y le di un puñetazo el la cara.

-Engendro del demonio!

Dominic me detuvo de los brazos antes de darle otro golpe. Él estuvo a punto de caer.

-Me mentiste! Fuiste tú quién le disparó a Dominic! -Dom me sostenía con fuerza.

-Eres Carter? -Dominic dijo.

Samuel me miró algo culpable. Llevó su vista a Dominic.

-Era mi nombre de encubierto.

-Te odio! Eres un ser despreciable!! -Le dije, estaba furiosa.

-Gracias! -Dominic dijo, me haló del brazo para que me tranquilizara y le extendió la mano. Este otro le respondió el gesto algo dudoso.

-Qué? -Dije confundida.

-Dícelo! -Dom insistió.

-Raven, yo...el día que los encontramos yo era uno de los soldados encapuchados.

Miré fijamente a Samuel.

-Yo fui quién le disparó a Dominic, sí. Lo siento.

Dom le dio una mirada enfermiza a Hawkins.

-Reforcé mi entrenamiento militar en una agencia especial donde me enseñaron a disparar de una manera limpia e impecable. Así que, utilicé eso cuando le disparé a Dominic.

Estaba comprendiendo muy poco. Mi rostro seguro era un signo de pregunta.

-Me explico mejor. Las primeras 2 balas eran reales. Hice lo posible por dar cerca de su pecho de manera que no sospecharán y a la vez no tocara alguna de sus arterias subclavias.* La distancia era corta y mi arma no era la más potente, así que, funcionó. Las demás balas eran de salva. Sólo es sonido y fuego. No hubo más que dos disparos reales. Yo mismo me acerqué a revisar su pulso cuando le quité el reloj.

Estaba algo confundida, llevé mi vista al reloj, miré a Dom quién había cambiado su rostro, era imposible decirfrar lo que pasaba por su mente.

-Dominic?

-Era eso o que otro le disparara en la cabeza. -Sam agregó.

-El tiene razón, Abi. -Dom me enseñó una de las heridas de bala. Ya empezaba a cicatrizar, llevé mi mano a su pecho dónde estaba la herida. Él tomó mi mano y la besó. -Estoy aquí, ya pasó.

-Aún así, no dejas de ser un maldito, Samuel Hawkins! Me escuchas!! -Le grité mientras Dom me llevaba a una habitación.

*Subclavias: Que está situado debajo de la clavícula.

Ciudad en Ruinas: La caída del CapitolioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora