Capítulo 13: Rubia, delgada, joven...

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Luego de dejar a las personas en México pensé en hacerle caso a Nina. Necesitaba buscar a Raven. Al regresar a San Diego por la mañana fui directo a buscar a Antonio. Le di unos cuantos frascos del antidoto y le las indicaciones de cómo suministrar la dosis. El viejo Antonio me miró muy agradecido y luego me dio un abrazo.

-Espero que encuentres a tu chica.

-Gracias, Antonio. Cuando lo haga la traeré aquí para que la conozcas.

-Claro, hijo.

Fui hasta Nina y le dije. Ella se cruzó de brazos y me miró algo triste.

-Puedes llevarte el auto y un par de armas. Hay muy poca agua pero quizá puedas conseguir de camino.

-Gracias, Nina.

-Espero que todo te vaya bien y la encuentres.

-Sabes que no voy sólo a buscar a Raven.

Nina se quedó pensativa.

-Iré a decirle a Jane.

Luego de unos 15 minutos fui a buscar a Nina. Ella y Jane estaban empacando sus cosas.

-A dónde van?

-Nos vamos!! -Jane dijo. La vi confundido. -Contigo tontito.

Jane era como una niña en cuerpo de mujer. Siempre salía con una de sus ocurrencias pero esto?

-Nina...?

-Vamos a acompañarte, Jane, Benedict, Stuart, Ethan, Verónica y yo. Tal vez alguien más se apunte.

-Espera. No estoy entendiendo.

-Queremos ayudar, Dominic. Aquí ya no hay nada que hacer. Mañana partirán a México los que faltan. George se encargará de ir a dejarlos. Antonio me dijo que tiene la cura y eso lo tranquiliza.

Miré a Jane, estaba entusiasmada. Ella amaba ayudar a las personas, Nina por otro lado no era nada expresiva. Resoplé y asentí.

-Okay. Pero el mínimo riesgo se regresan.

Tomamos 2 autos y emprendimos nuestro viaje. Conduje unas 8 horas seguidas hasta que encontramos un nuevo campamento. Nuestra sorpresa fue que estaba abandonado.

-Bien podemos pasar la noche aquí y tomar armas. -Nina dijo.

Miré a mi alrededor. Busqué alguna pista. Los soldados se habían ido de manera imprevista, ya que, había mucho desorden y platos de comida casi intactos.

-Busquen provisiones, agua. Debemos irnos de aquí.

-Por qué? -Era Jane.

-Los soldados estaban huyendo. Sino no hubiesen dejado sus pertenencias o las armas.

Los demás me miraron dudosos caminé hasta las cajas de municiones y tomé varias, encontré un par de cobijas y una cajetilla de cigarrillos. Recordé a Raven. Dudé un poco y la tomé. Fui cerca del auto y encendí uno de ellos. Me quedé allí pensando, no estaba seguro de lo que estaba haciendo. En eso escuché algo. Tiré la colilla del cigarro y miréal cielo. Eran 2 aviones Cazas. Estos volaban relativamente bajo. Nina corrió hacia el auto con Jane y los demás. Estos empezaron a bombardear un pueblo cercano. Abrí grandes mis ojos y quedé algo impactado.

-Sube al auto, Dominic!!

Encendí el auto, los demás entraron rápidamente. Salimos de allí hacia el lado contrario.

-Esto está saliendo mal! -Dije y Nina me miró algo desconcertada.

-No me digas!

No quise decirle nada. Conduje un tiempo y empecé a sentirme cansado. Cerré los ojos y me desperté al salirme de la carretera. Me detuve y me quedé en silencio.

-Es hora de descansar, Dom.

Asentí y conduje hasta una estructura cercana. Era un antiguo taller mecánico. Entramos e investigamos el sitio.

-No hay mucho que sirva pero al menos hay un par de literas en la habitación del fondo. -Dije.

-Bien, dormiremos por turnos. Tú primero Dom, Jane y yo nos quedaremos con Ben. Ethan, Stuart y Verónica pueden dormir también.

Los chicos asisntieron y buscaron cobijas en los autos. Traté de buscar algo que sirviera en las gavetas. Encontré unas latas de comida. Me recosté y me quedé dormido rápidamente. Abrí los ojos al escuchar a Jane llamarme.

-Dominic, despierta! Hay unos soldados afuera. Nina y Benedict están algo exaltados.

Bajé de la litera y corrí hacia la entrada. Al salir vi a los tipos, los conocía. Nina les apuntaba.

-Nosotros no estamos con Keith...

-Son soldados, no hay nada que me garantice eso.

-Doctor Shepard. -Uno de ellos dijo y Nina llevó su mirada a mí.

-Baja el arma, Nina. Los conozco.

Luego de hablar con los soldados y darles algo de comer ellos nos contaron lo difícil que fue salir de Thompson Hills. Amanda, Jason, Deborah estaban con las demás personas en México, habían encontrado a gente del campamento en San Diego aún y les informaron de nosotros.

-Estamos a sus órdenes señor.

-Pero y sus familias?

Ellos se quedaron pensativos.

-Sino hacemos algo de todos modos morirán.

Los chicos me miraron.

-Bien, descansen. Partiremos mañana a primera hora.

Luego de unas horas seguimos el camino. Llegamos a una ciudad, estaba llena de escombros. Había una unidad de rescate, lo sabía por sus uniformes. Me bajé del auto y fui hasta ellos.

-Soy doctor, puedo ayudar en algo?

El paramédico me miró y estaba casi seguro que me había reconocido.

-Detenga a Keith.

Me alejé de él y en eso unos soldados empujaron a una chica al suelo. Me escondí detrás del auto y saqué mi arma. Los tipos le apuntaron a la mujer. Apunté a su mano y le tiré el arma. Escuché a Jane gritar mi nombre. Lo siguiente fue muy extraño. Vi a los soldados voltearse con rápidez y apuntarme. Sentí un como alguien me tiraba al suelo. Abrieron fuego y sólo observé como un auto atropellaba a los 3 soldados.

Benedict estaba sobre mí, me había salvado, vi como mis aliados iban hasta los soldados y les quitaban las armas a los enemigos.

-Está bien, doc?

Asentí y Benedict me ayudó a ponerme en pie. Vi a Nina bajarse del auto y apuntar a los soldados quienes estaban golpeados. Verónica se acercó a la chica que estaba en el suelo.

-Doc! Tenemos un problema!!

Fui corriendo hasta ella y lo supe de inmediato. La chica estaba sudorosa y tenía sus ojos inyectados en sangre. Miré a los soldados y ellos me miraron con preocupación.

-Cuál es tu nombre? -Le dije a la chica.

-Brianna. Ayúdeme, por favor!!

Corrí al auto y saqué uno de los frascos, tomé una jeringa y volví con la chica para suministrarle el antídoto. Ella miró la jeringa con algo de temor.

-Quién te mordió.

-Nadie.

-Entonces? Cómo te contaminaste?

-Una mujer, vestida de doctora...ella vino con su gente a ayudarnos. Dijo que era una vacuna...inmune al virus.

-Cómo era la mujer?

-Rubia, delgada, joven...

La chica intentó hablar pero en eso se desvaneció. Era muy extraño, Keith había mandado a otras personas a contaminar a los demás.

-Cuidala un momento. -Le dije a Verónica.

Caminé hacia los soldados. Stuart estaba atandolos mientras los demás apuntaban.

-Doc, dicen los soldados que tienen algo que decir.

-Primero que me digan quién es la doctora que vino a contaminarlos.

Ciudad en Ruinas: La caída del CapitolioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora