Esta historia empieza con una niña de 8 años nacida en San Francisco, llamada Amanda Salazar Woller. La primera y la mejor en las clases de la escuela, pero la última en tener grupos de trabajos o amigos.
Amanda siempre estaba sola y aislada en el último y polvoriento pupitre cerca de la ventana donde recibía el calor del sol veraniego, el frío de la lluvia. Le gustaba observar sus gotas caer y chorrear por su ventana, le hacía pensar melancólicamente que el cielo estaba llorando, por las personas que han muerto. Llora junto a los sufridos, tristes y por las personas como ella que lloran en su interior, no sólo por su soledad sino porque al llegar a su casa su madre no estará. Sólo verá la foto de su difunto padre que el crimen sacó de su Barrio. Saco del mundo.
También recibir la brisa de la primavera y observar los hermosos pájaros que con libertad abrían sus alas y se paseaban por los majestuosos cielos en bandadas. Y al rezagado le acompañaban las gigantescas y esponjosas Nubes semejantes a un algodón flotante.
Está niña soñaba con ser reportera, una reportera reconocida, sin miedo, valiente y dispuesta a adentrarse al infierno para reportar lo que allí ocurre al mundo, Meterse en el fuego para contar los crímenes a los policías para que más personas no mueran como su padre.
Amanda al salir de clases iba directo a su casa, sin voltear su mirada o querer cambiar su rumbo. Debía atravesar la inseguridad de las calles solas y vacías, pero a pesar de todo no tenía miedo a que algo malo pudiera ocurrirle en el camino o en la puerta de su casa.
Su rutina consistía en preparar sus comidas, limpiar, hacer las tareas y luego sentarse pensativa en el sofá. Para esperar a que su madre llegará del trabajo, le recibiera con un caluroso abrazo que era lo único que le hacía recobrar ánimos, y luego le preguntará como le fue en su día, cómo le fue en el colegió. Era el único momento donde ella se podía permitir ser una niña, sólo podía ver a su madre durante esas horas de la noche que su madre estaba en casa. Del resto tenía que madurar obligatoriamente y antes del tiempo.
Ella se vio atrapada en esta rutina hasta llegar a la universidad con 18 años de edad.
Cuando entró Amanda a la universidad tomó la carrera de periodismo, con el fin de cumplir su meta en la vida y en esta universidad afrontaría al diario vivir: Amigos, el amor, los conflictos que le derrotarían o la colmarían de fuerzas para seguir adelante con su sueño.
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REPORTE DIARIO
Mystery / ThrillerDrama, soledad, suspenso y desesperación, terror y miedo, asesinato y amor junto a la Felicidad, llanto y tristeza. Cosas cruciales en la vida de una periodista. Y una gran carrera para poder llegar a ser conocida como ella quiere. En este libro pod...