Capítulo XIV La serpiente muerde su cola

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     Cobra avanza con Alexander y dos miembros más y colocan de rodilla al primer oficial quien le mira con cara de póquer y le inquiere— ¿Dónde... está tu jefe? — el oficial baja su cabeza y Cobra camina hasta el siguiente oficial. Alexander de inmediato le dispara en la cabeza haciendo volar su masa encefálica y un líquido mezclado con sangre.

Al otro oficial Cobra le besa hasta ponerlo de rodillas y le pregunta coquetamente— cariño... ¿Me dirás dónde está tu jefe? — sin mostrar expresión alguna baja su cara y ella misma le dispara, al caer al suelo le da tres disparos más haciendo que su cabeza se exprima como una uva en el suelo.

Camina al siguiente oficial y vuelve a besarlo hasta ponerlo de rodillas, le acaricia suavemente su cara y pasa la mano de el por todo su cuerpo luego le pregunta— ¿Amor... me dirás dónde está tu jefe?

—Púdrete bruja... — le dice escupiéndole los pies.

—No debiste llamarme así... — Le dispara en una pierna, seguido en la otra, luego en ambos brazos y por último en el estómago dejándole agonizante, camina hasta el siguiente oficial y sin preguntarle nada le dispara en la cabeza— Tenia una horripilante apariencia... —dice con despreció y añade... — Veo que todos están dispuestos a morir por su jefe... Es admirable... pero... ¿Su jefe dejará que inocentes mueran por él? — da la espalda diciendo con fastidio—, mátenlos a todos... —luego de que mueren cinco abaleados por las ametralladoras, cobra exclama—: ¡Aguarden un momento...! Tengo una mejor idea... ¡Alexander...! Tráeme a Amanda Woller...—Él entra junto a dos miembros más y traen a Amanda quien ya estaba consciente y le arrodillan entre las dos columnas del lugar— Miranda siente gran impotencia al verla y le abarca la desesperación de que podría hacer.

— Desnúdenla... — Mientras Alexander le coloca el cañón en la cabeza los otros dos comienzan a sacarle la ropa. Amanda se encuentra en shoks por la masacre y sólo solloza.

— Veremos si su jefe dejará que todos violen a una joven frente a todo su equipo y frente a su amiga... Miranda.

Algunos policías comentan que ella es la reportera del otro día y William Con las manos en alto sale y dice— Dejen a la chica... Aquí estoy.

— Jajaja... con que allí estabas disfrutando de la función— Dice riendo desquiciadamente.

— Nadie más debe morir... Yo soy a quien quieren.

— Te equivocas... Te equivocas... Con una serpiente no se hacen negocios y menos cuando está te tiene envuelta y presionándote el pescuezo. Ahora la verdadera diversión está por comenzar— levanta su voz dando una orden—¡Dense prisa, quítenle la ropa y háganla suya! Hay tiempo para todos.

— Pero dijiste que les soltarías si yo aparecía.

— Los hijos de satán nunca dicen la verdad. El diablo es malo y engañoso... ¡Deberías leer más la biblia mi amigo ateo...!

— ¿Por qué me conoces tanto?

— Eres mi enemigo comisionado. Le has hecho mucho daño a la generación de víboras— Alexander... ten el honor de ser el primero.

—Pero si una diosa debe cumplir sus palabras...

—¿Cuestionas mis órdenes?

—Eso nunca Ama. Sólo digo que debe cumplir su palabra.

—Sí no quieres ser el primero entonces que valla alguien más! —señala a uno quien se comienza a meter entre sus piernas desnudas, pero Alexander le dispara en el corazón.

—¿Qué demonios haces Alexander? ¿Cambiaste de opinión?

—Si. Cambie de opinión Valeria. Sólo que falta la muerte de alguien más.

— ¿Ah...? ¿Dime de quién?

—¡La tuya...! — Le apunta con su arma y le dispara en el abdomen mientras los otros comienzan a dispararle, seguido le da en el corazón teniendo más de seis balas en su pecho y por ultimo le da en la cabeza echo un colador. Y sólo pudiendo susurrarle a Amanda con una sonrisa— C-creo... que... m-me... enamo... — murió en seco mirándole y ella sólo le miró con despreció. La desilusión le hizo congelar lo que sentía, ahora sólo podía sentir terror mezclado con rencor y desconfianza.

Los policías aprovechan la distracción y corren a esconderse y empiezan a dispararle con sus ametralladoras cubriéndose con sus escudos, iniciando un tiroteo. Balas y muertes cruzadas le hizo al equipo S.W.A.T Apenas salir con lo que penosamente se llamaría una victoria.

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