REPORTE DIARIO

Capítulo XVIII La salida más hermosa

     Hansel llegó en un auto clásico rojo, vio a Amanda asomada a la ventana esperándole. Bajó del auto y le abrió la puerta con una sonrisa. Amanda caminó hacia el auto mientras la brisa flameaba su vestido y Hansel no pudo evitar decirle:

—Te ves realmente hermosa—Dijo con ojos alumbrados por su belleza.

—Gracias—dijo con una pequeña risa y rubor en sus mejillas.

El subió al auto y comenzó a contarle sobre aquel lugar. Le dijo que era un gran restaurant extravagante y caro donde podías elegir las delicatesen de muchos países. Estos restaurantes formaban un circulo en torno a una pista de hielo donde las parejas podían patinar o bailar libremente con un ambiente musical romántico. Nunca había ido allí, pero se rumoreaba que al poner un pie allí, aparte del frío que hacía, se respiraba paz, armonía y amor. En este caso quería comer con ella comida japonesa. Y le daría a elegir un país al cual visitar gastronómicamente.

Llegaron al lugar, todo era tal como él lo dijo. Muchas luces de colores iluminaban el lugar, la pista de hielo estaba bajo una parte del techo que lo recubría un transparente cristal del cual se observaban constelaciones. El lugar estaba repleto de parejas enamoradas y músicas elegidas cuidadosamente. Una sonrisa imborrable le acalambró las mejillas y cada vez se hacía más grande a medida que volteaba.

—Cuando terminemos de comer bailaremos en la pista de hielo.

—Y-yo no sé patinar—exclamó con nerviosismo.

—No te pregunté si sabias —dijo con una caballerosidad principesca— Te aferraras a mí y a mis pies y patinaras a mis compas. La noche es larga y podremos aprender—Su delicadeza armónica le impidió negarse y asintió suavemente.

—No sabía que un oficial pudiera tener tanta caballerosidad y delicadeza.

—El echo que mi trabajo me haga parecer rudo, no quiere decir que yo lo sea y que mis sentimientos se vean afectados.

llevo su mano a su boca sonriendo coquetamente—Es cierto...

—Antes de comer hay algo que escribí para ti.

—¿Aún escondes más sorpresas?

—Esta velada aún empieza. Ahora presta atención a mis palabras—sacó una libreta de su bolsillo y luego de un silenció anunció el título del poema y comenzó a leer —.

La noche oculta torrenciales.

Mi velada aún empieza

Nuestra noche comienza

Exhibiré tu belleza

Y alardeare de ti a la luna,

Como tú no hay ninguna.

La noche oculta torrenciales,

Manantiales,

Volcanes por hacer erupción,

Oculta mucho amor

Que saltara por los aires y borrara nuestro temor.

Hoy veras lo mejor de mi

En un tour gastronómico

Un canto armónico

Baile fantasioso.

Tus alas me llevaran al cielo precioso,

Estoy deseoso de que te hagas parte de mí,

Si tu corazón está dividido

Partiré en mío en dos para completarnos

Y felices juntarnos,

Nada podrá separarnos

Esta noche es para ti,

Esta noche es para mí,

Esta noche nos abordara en una aventura sin fin,

Si sueno apresurado...

Es porque creo que las constelaciones lo han pronosticado,

Tu nombre en ellas está grabado

La noche terminará con un beso encantado.

—Es realmente hermoso—Exclamó con un beso en su mejilla.

—Te equivocas. El poema no es lo hermoso la inspiración lo es. Tú eres la inspiración—Tomándole la mano le llevo a un restaurante japonés y se sentaron en una mesa para dos adornada con velas y flores.

Hizo algunos pedidos leyendo el menú y hablaron de sí mismos sin parar. Le contó sobre el pasado de su familia en la guerra. Y como llegó a ser un policía. Ella le contó sobre sus padres y como el crimen les mato. También su afán por ser reportera.