19-Ja!-

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19:
- Ja! -

Tan pronto como llegué quite mi corbata y la deje en la mesa de la sala mis ojos de cerraban poco a poco, estaba agotada y casi arrastraba mis pies.
Un bostezo salió de mi boca, justo en ese momento vi dos sombras y el susto que me di casi dejó caer el oso de peluche pero lo sostuve bien fuerte contra mi cuerpo.

-Me dieron un susto! -marche directo a mi cuarto.

-A donde fuiste? -su pregunta detuvo mi paso.

-Porque debería decirte?

-Tu sabes porqué.

-La verdad no, y, no tengo ganas de responder tu pregunta. En este preciso momento me iré a la cama porque tengo suelo, okey? Adiós. -Eliot me sostuvo de la muñeca con una fuerza mayor, eso me hizo girar el rostro, mis ojos empezaron a brillar y la fuerza con la que apretaba mi muñeca me hizo apretar los dientes y largar un gruñido, no es que sea una salvaje, bueno si un poquito, pero simplemente me salió sólo, estaba muy enojada.

-Sueltala -dijo una voz a mi espalda -Ella no tiene porque darte explicaciones de lo que hace o deja de hacer. -la mano de Romeo apretaba con fuerza la mano de Eliot y sus ojos se habían vuelto de un color amarillo brillante. Durante 8 años me pregunté porque mis ojos brillaban de diferente forma, porque uno azul y otro marron, parecían luciérnagas de diferente color, una liciernaga turquesa y otra color ámbar, estaba segura de que era a causa de tener heterocromia, pero si los ojos de todos cambiaban al transformarse en lobos, porque los míos no?, toda la manada tenían los ojos amarillos al transformarse a excepción de mi que aunque no era mucha la diferencia los tenía, uno turqueza y otro ámbar, lo único que cambiaba era que cuando era humana mi ojo marrón dejaba de brillar y tenía un color chocolate y el turquesa de igual forma dejaba de brillar y se convertía en celeste.

-Tu no te interpongas si no quieres salir herido -los ojos de Eliot también brillaron de color amarillo.

-Romeo tiene razón, ya basta, en verdad tienes 21 años? Pareces un adolecentes de 15. Ya deja tus jueguitos lo único que haces es dañarte a ti mismo. Y dañarla a ella.

-También es tu mate, ella jamás aceptó el rechazo, asique sigue siendo nuestra mate.

-Ja! -me reí sarcastica -Tal vez no lo haya expresado con palabras -me puse seria-, pero mi alma te rechazo desde el primer día en que te vi, mi alma fue la que más sufrió de las tres, estuve a punto de caer en depresión, pero, donde estabas para decirme "Calma, todo saldrá bien, no te dejes llevar por lo que dicen, yo siempre estaré contigo" simplemente desapareciste, ambos, jamás los tuve en cuenta, ni en ese momento ni ahora. Asique si no te quedo claro mi rechazo entonces te lo diré con las palabras que quieres oír. Hace 6 años me rechazaron como su pareja eterna, aceptó el rechazo, quiero que este fino vínculo se corre de una vez por todas...

El fin de semana me la pase encerrada en mi cuarto jugando con mi celular, Paxton, no me había respondido desde ese mensaje, el día Lunes desperte nuevamente con la misma marca en mi muñeca, estaba morada, pero parecía estar sanando, era más pequeña que los dos días anteriores, pero, porque? Porque no se curó? Ya habían pasado dos dias, es más, debería haberse cuarado esa misma noche o como máximo al día anterior.
Este era uno de los efectos secundarios que había de tener cuidado? No, no lo creo. O si?. Ya no se que pensar.

Ya era hora de volver al Instituto, Romeo estaba más cerca de mi, Matt, bueno, seguía siendo Matt no me daba atención y no me molestaba, se mantenía al margen, Eliot, por otra parte era distante, y nisiquiera me miraba, su rostro estaba más pálido pero trataba de disimularlo. No me molestaba verlo así, yo también estaba así en el tiempo que supere su rechazo y sólo tenía 12, él debería afrontarlo como adulto, tiene 21 y además el se lo busco no tiene porque culparme a mi, aunque Matt también parecía estar algo enfermo quizás también le afectó a él mi rechazo, después de todo ambos tienen una conexión que comparten de gemelos.

Pero, dejando de lado eso, me notaba un poco ansiosa por llegar a la escuela, es decir, en cierta forma quería llegar para ver a Paxton. Me metí un dulce a la boca y lo saboree.
Al llegar al Instituto, Paxton no estaba, fue así que pasó una semana y él no regresaba al colegio. Ahí fue cuando los pensamientos malos entran a mi cabeza, solo quería saber si él estaba bien, lo único en lo que pensaba era en volver a verlo.

Mi mate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora