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-Imbolc. -Las personas de la manada comenzaban con los preparativos del ritual de la diosa Brigid.
Lo había olvidado por completo.
La diosa Brigid, hija de Dagda (el más poderoso de los dioses celtas), era la diosa de la inspiración y la sanación, y en su honor se realizaba el festival de Imbolc, en el que se celebraba la lactancia del nuevo ganado y el fin del invierno. Se cree que era considerada una diosa de la fertilidad, y según la leyenda, la cruz de Brígida sirve de protección contra el mal y trae abundancia a la casa donde es custodiada.
Las personas hacían una gran fogata en la calle, pero lejos del Crann Bethadh o el Árbol de la vida. Se hacía en el medio de la calle para armar un camino de velas hacia el árbol donde se colgaba la Cruz de Brígida y se armaba un especie de ofrenda, era la única vez en el año que se tocaba música con tambores, flautas, y más.Las personas bebían y bailaban al rededor de la fogata, contaban historias, las mujeres adornaban sus cabezas con coronas de flores y pintaban partes de su rostro con pinturas echas por ellas mismas, de colores rojos y blancos, las niñas y niños también se pintaban a petición de ellos mismos y nadie era juzgado ni juzgaban por su apariencia. Realmente era un día muy lindo, duraba toda la noche hasta la madrugada del otro día, quizás si duraban hasta las 6, para darle la despedida al invierno y darle la bienvenida a la primavera.
Cuando salí de la enfermería me dirigí a mi casa, nadie pregunto nada es como si nunca hubiera desaparecido en todo el día, a excepción de mi hermano que me lo encontré cuando subía las escaleras.
-En donde estabas? -su vista de mantenía muy fija sobre mi.
-Me sentí mal asique fui a la enfermería -pase por su lado y el me siguió hasta el marco de mi habitación.
-Que te paso? Estas bien? Que te duele? -se aproximó a mi y tomo mis mejillas en sus largas y calidad manos.
-Estoy bien, solo tuve una reacción alérgica a algo. -baje sus manos y le diuna sonrisa, deje el libro en mi cama y me saque la campera.
-Que te paso en el brazo Madeleine?! -pregunto un tanto asustado. Tomo mi brazo con ambas manos y yo también me asombre.
-N-No se. -había literal una marca, un símbolo negro debajo de toda esa picason de color rojiza, era el símbolo de Triqueta, pero, porque eso salió en mi brazo de la nada, Que es esto?!
-Es el símbolo de Triqueta -apenas rozó sus llemas de los dedos y las apartó -Está caliente. No lo sientes? -me preguntó sin apartar su mirada yo negué con la cabeza paro al ver que no me daba atención susurre un pequeño 'No' -Si fueran tiempos pasados esto no sería raro. Las mujeres antes nacian con un simbolo similar a la Teiqueta ya que está estrechamente relacionado con la fertilidad femenina, ya que para nuestros ancestros celtas las mujeres tenían el poderoso don de dar la vida. Los druidas la utilizaban para sanar, bendecir y dar fertilidad en sus rituales. Quizas tu madre venía de un linaje poderoso, uno de los últimos puros.
-No lo se pero, no le digas a nadie, talvez pueda meterme en problemas con esto.
-Claro, ve a darte una ducha apestas a médico. -soltó mi brazo y se echo boca abajo en mi cama.
-No leas el libro, es... personal -mi ceño se fruncio por la estupidez que dije, nisiquiera era mio como para que sea personal. Él respondió con un Mmjj y no se movió para nada.
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Mi mate.
Werewolf(Historia editada con trama un poco diferente.) {Nombre anterior "Mis mates"} --Primera Parte.-- Madeleine Zuzunaga es una joven adolecente lobo de 18 años con un espíritu con más de 1.000 años aunque ella no lo sepa, de pequeña le gustaba esforzars...