Capitulo 20: Recuerdame

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Cap 20. "Recuérdame cuando mires a los ojos del pasado cuando ya no amanezca en tus brazos Y que seas invisible para mí, para mí."

El padre de Darien levanta su mano y de un golpe da una bofetada a su hijo. En la habitación solo se escucha el retumbar dejando hasta enmudecido a Darien. Pero el azabache con su rostro a un lado tenía una sonrisa de medio lado en la comisura de sus labios. Una sonrisa de placer, aquella bofetada le daba un poco de gusto, porque él sabía que al fin de una u otra manera gracias a Serena le había dicho a su padre unas cuantas verdades sin importar la razón que sea. Ese golpe lo hacía sentir más aliviado.

-estas feliz, no lo niegues. Porque eres mi hijo se que estas feliz, tu nunca has entendido que a la final no somos tan diferentes, que hacemos lo que este en nuestro poder por hacer lo que queramos- dice el padre de Darien soltando un suspiro y borrando el fruncido de sus cejas. – quizás ni sea mala idea que salgas con esa muchacha, al parecer ha hecho lo que ninguna otra, sacar esa valentía y dejar de ser tan sumiso- el padre de Darien se sienta y toma un sorbo a su taza de café mientras su hijo lo mira cabizbajo aun sin entender que sucedía.

– vete, yo me encargare de los Kaioh. Pero lo único que te pido es que no olvides la tenacidad con la que me has enfrentado hoy, ese es el liderazgo que necesito que mantengas cuando subas al mando y yo no esté-

Darien toma su maleta y se la pone de nuevo, enmudecido sale de la habitación sin si quiera poder decir una palabra. ¿los estaba aprobando? ¿Ya no estaría rondándolos? pensaba el chico mientras salía de la mansión una y otra vez. Él sabía que su padre tenía razón, las demás discusiones e incluso irse de la casa eran solo rabietas suyas. Por fin lo enfrentaba por algo que en verdad él quería.

El chico se sentía renovado, más lleno de energía que nunca y dispuesto a más por la rubia, por esa rubia que con una mirada y una sonrisa puede alumbrar hasta el día más oscuro. Aquella rubia de mirada triste y sonrisa melancólica, aquella rubia que siempre se esmeraba por hacerlo sonreír y ayudarle a olvidar los problemas. Aquella tierna muchacha que hacia despertar sus más bajas pasiones. Sus más feroces demonios, y no temía a soltarlos, ella se los devoraba a todos.

Camino al apartamento un poco más liviano y con ansiedad por ver a la muchacha. Por primera vez se sentía nervioso, sus manos sudaban. Él quería besar a Serena en la universidad, en el departamento, en el parque sin temores como si ya se hubiese librado de algo, ya no tenía que temer a nada por fin podía tomarla de la mano sin temor a que su padre si quiera los vigilara.

Darien se encuentra a un paso de entrar al edificio. Una moto grande negra se detiene. El chico mira para atrás viendo que se quita el casco un chico cabello largo y plateado con mirada aterradora. Sin saber porque su mirada logra paralizarlo y llamar su atención, como si el en el fondo supiera de quien se tratase.

Diamante se baja de la moto y camina hacia el azabache. Se notaba más demacrado que en otra época, los años y la prisión quizás hicieron que se volviera un chico más dolido, más duro.

Se acerca a Darien y se para frente a él. Lucia pantalón jeans rasgados rotos y descoloridos y una camisilla negra muy propio de su estilo.

-aléjate de ella- dice diamante con mucha seriedad y frialdad en su mirada sin si quiera saludar y presentarse.

-¿Qué?, ¿alejarme de quién?, ¿acaso quién te crees tú que eres?- responde Darien arqueando su ceja y con una sonrisa de medio lado. En este día él se sentía más seguro que nunca, que nadie lo detendría, él sabía que merecía ser feliz y nadie le diría que no.

-no te la mereces, al final también le harás daño, y ella volverá conmigo, ¿Qué le puede ofrecer un niño rico como tú?, de acuerdo al comienzo las cosas materiales llenaran los espacios, ¿y después?, al final tu asqueroso dinero te convertirá en un hombre inconforme, ninguna mujer será capaz de hacerte feliz, querrás más y más-

Volviendo A Creer...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora