Tan alto, tan guapo, tan imponente, tan serio, tan prepotente allí delante de ella estaba el señor Pomposo, alias su Ex con cara de haberse chupado un limón ácido.
Recordaba que cuando se fue le destrozo el corazón, el corto toda comunicación con ella, ella trato de contactarlo para pedirle una explicación pero el simplemente le dijo que jamás le prometió rosas y un anillo, que se había acabado y que lo aceptara.
Su mirada ahora fría la recorrió, si le sorprendía verla allí lo disimulo muy bien, el era así todo controlado, todo contenido, aunque con ella aprendió a reír, a ser menos rígido, pero eso era mentira, como sus palabras de amor.
Paul Duque se levanto de inmediato, como todo buen lambiscón.
"No pienses así Sabrina"- se reprendió ella misma, porque el tipo le caía bien, pero le molestaba que todos rindieran pleitesía a ese desgraciado. Por cierto ¿qué hacía en esa empresa?. Mira que la casualidad es una desgraciada.
— Sr. Parrot que hace por aquí, en que puedo ayudarlo.
— ¿Quién es?- pregunto haciendo referencia a ella y al mismo tiempo ignorándola por completo ¿no la reconoció? Es cierto que estaba más delgada y se había cambiado el color de pelo, antes solía llevar reflejos rojizos, pero coño, vivieron juntos tres meses, tres desgraciados meses, que fueron los más con sus típicas peleas de adaptación y celos pero se amaban, eso creía ella, felices antes de que ese desgraciado, petulante egocéntrico le rompiera el corazón.
— Es la nueva chica de encomiendas-informo Duque.
El siguió con el aplique de la Ley del Hielo, y sin dirigirle una sola mirada continúo hablando con su prepotencia característica con el Jefe de RR HH.
— Vendrá Patricia Morell, ella es una amiga, quiero que le elabores un contrato, ya que empezara a trabajar con nosotros como relacionista pública.
— Okey Jefe.
¡Jefe!
Mierda.
De todas las empresas tuvo que venir a parar en la del señor Pomposo, era definitivo su mala suerte no la abandonaba.
El se dirigió a la puerta sin verla y desde allí anuncio.
— La plaza de la chica de encomiendas sigue libre, no me gusto el aspecto de la Srta.
Y sin más el desgraciado salió mientras que Paul Duque la miraba súper apenado y la secretaria con sonrisa burlona dibujada en el rostro.
— Ahora si me va a oír- declaro ella antes de salir de allí con toda intención de buscar a Señor Pomposo y cantarle sus cuantas verdades a la cara.
Vio que el ascensor se cerraba en sus narices, seguramente era él y se cruzo con una secretaria que venía y la intercepto para preguntarle.
— Puedes decirme dónde encontrar al Sr. Luka Parrot.
— 9no piso, presidencia- respondió la chica con una sonrisa gentil.
La secretaria de Luka era una chica de 25 años, rubia y alta y pretensiosa como su gata Lucrecia.
Mierda es que todas las secretarias debían parecer modelos y ella con su 1.65 mts sin duda desentonaba.
— Necesito hablar con el Parrot-informo con sus mejillas seguramente teñidas de rojo por la rabia que tenia.
— Esta ocupado ¿tiene cita?-pregunto con prepotencia, mirándola despectivamente, al parecer se sentía la dueña de la empresa.
— No-respondió entre dientes con ganas de ahorcar a la rubia egocéntrica.
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TRABAJANDO CON MI EX
Roman d'amourCosas que solo estorban al iniciar el año Grasa corporal, Complejos, Pretextos, Ex novios Nada más cierto como aquel refrán que dice; Año nuevo, vida nueva El pasado debía quedar atrás y eso implicaba un ex novio que se fue y la dejo con el corazó...