TRABAJANDO CON MI EX

CAPITULO 14 CERO TOLERANCIA AL ALCOHOL

FLASBACK

Cero tolerancia al alcohol.

Esa era ella.

Nunca debió tomar tanto a pesar que era el cumpleaños de su amiga la mexicana.

Que termino dándole Tequila y ahora estaba más alegre que una cuba.

Todo daba vueltas mientras bailaba al ritmo de los hijos del rey y sus quebraditas en los brazos de un chico rubio.

Pero cuando el chico bajo sus manos a su trasero y los tomo como si fuera de su propiedad hasta allí llego vivo el desgraciado.

Apunto su rodilla directo a su ingle y soltó el golpe que lo dejo sin aire y en completo shock.

Luka Parrot había llegado hace rato con su hermano Marco y la novia de el que a su vez le arreglo una cita a ciegas con su prima Laura, una cabeza hueca que le había hecho un comentario mordaz sobre la loca que bailaba en la pista.

No podía ser tanta la bendita casualidad

!Era la loca de la fiesta!

La que había visto esta mañana en la librería, la mesera irreverente que le siguió el juego y con la cual se metió en la cama y sorpresivamente su amigo se puso alerta sin más ni más. Primera vez que le pasaba algo así, el se preciaba de tener un control absoluto en todas las áreas de su vida incluyendo la sexual.

Apartando eso vio que allí también estaban sus desquiciadas amigas bailando si a eso se le podía llamar baile. Solo brincaban y reían como si efectivamente se hubieran escapado ese día del manicomio.

Ahora vio como la loca 1 le propinaba un certero golpe en la ingle al sujeto que le toco el trasero.

Vaya que se sabía defender la niña aunque estuviera en estado de ebriedad.

Sabrina regreso a su mesa, con la cabeza dando vueltas y muchas ganas de vomitar.

Sus amigas estaban bailando, así que decidió ir al baño a vaciar su vejiga.

Orinar era su actividad favorita después de comer, de hecho iba mas de 30 veces el día sin exagerar y cada vez que salía a algún lugar debía ir primero a hacer pis.

Después de hacer pis se sintió mejor, inhalo y exhalo frente al espejo para relajar su mente y cuerpo, y el mareo se fuera.

Se miro al espejo y vaya que se veía falta además la cabeza le martilleaba horriblemente.

Sin duda era su límite, debía irse a casa.

Aviso a sus amigas que tomaría un taxi y se iría y quedaron en que les llamaría tan pronto llegara.

Salió al exterior y la suave brisa la golpea produciéndole escalofríos.

Ahora si hará el show porque le han dado muchas ganas de vomitar.

Corre rápido a una de las jardineras que hay y expulsa todo el contenido de su estomago.

Que nadie la haya visto, por amor de Dios.

Obvio que su mala suerte no la dejaría esta vez.

Al levantar el rostro, ve que alguien le esta ofreciendo un pañuelo, lo toma y se limpia los restos del desagradable liquido y sigue subiendo la mirada y se encuentra con esos ojos grises tan conocidos.

Luka Parrot, será que ahora le saldrá hasta en la sopa.

— No puede ser- grita horrorizada y el tan lindo entrecierra los ojos.

En verdad es demasiado lindo.

— Que pasa, te siente muy mal.

— Ahora también tendré que pagar por su costoso pañuelo.