Son las 6:00 pm Sabrina toma su chaqueta y se despide de sus compañeros, al pasar por la recepción puede oír el cuchicheo de las recepcionistas, ya sabe que a estas alturas se ha convertido para ellas en un chisme suculento que digerir "la empleada enamorada del jefe" todo un cliché.
Sale al exterior y ese frio más interior que exterior le cala los huesos. Si tan solo no lo amara tanto no se sentiría tan dolida, no se sentiría como un pañito que alguien usa y luego desecha. Humillada y usada así se sentía, era la historia de su vida que se repetía una y otra vez.
¿Qué diferenciaba a Luka de Daniel?
Ambos le hicieron creer que ella era importante para ellos, ambos la enamoraron, ambos le hicieron el amor, pero aquí si Luka fue un experto porque ciertamente fue el quien le demostro lo hermoso de entregarse a un sentimiento, el que dado un momento la hizo sentir valorada, para luego portarse como el peor de todos, porque Daniel logro mancillar su cuerpo, hacerla sentir en un instante que era frígida, patética, que nadie podía amarla, pero Luka la elevo al cielo y la hizo descender de un tajo al infierno mismo.
Estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta que Luka la había alcanzado y ahora la tomaba del brazo para conducirla al auto.
— Oye que haces-lo increpo molesta
— Nuestra conversación no ha terminando, te llevare a tu apartamento y en el camino hablaremos.
Estaba tan cansada mentalmente que simplemente se dejo llevar.
Pararon en un semáforo y el aprovecho para iniciar la conversación.
— Que te dije de no cabrearte, de que algunas veces deberé tratare como empleada- cuestiono pero esa actitud empática la confundía d y descolocaba
— Se me complica cuando en un momento te muestras dulce, atento, amable, me quieres enseñar cosas para después ignorarme, cuestionarme -suspira profundo y con dolor añade- sabes que es demasiado para mis emociones.
— Siempre fuimos polos opuestos que se atraían y supiste lidiar con eso-indica el con esa mirada profunda y ese tono de afectación que la confunde aun mas.
— Aun quieres que me vaya-le pregunto directa.
Detiene el auto y se gira a ella, ahueca su rostro y le responde con sinceridad.
— No quiero que te vayas Sabrina pero necesito que comprendas que nuestra relación solo debe limitarse a una relación profesional.
Duele, pero entiende que así debe ser, por su propio bienestar emocional.
A pasar la pagina y demostrar que tiene la madurez suficiente para aprovechar mas bien la oportunidad de aprender crecer profesionalmente. Eso ahora sera su meta y su motivación personal.
— Esta bien y como volvimos a firmar el acuerdo de la paz que te parece si para sellarlo me invitas a comer raviolis y de postre Tiramisu, sabes que me encanta.
— ¿No tendrás problemas con tu novio?- alega el serio- ¿mejor te llevare de inmediato tu apartamento?
— Ninguna de las tres cosas
— Dije dos- pregunto suspicas.
— Cierto- acepto porque la otra era que Marcelo no era su novio, pero no es algo que le revelaría aun.
— Sabes que soy malísima para las matemáticas- la arreglo rápido y contraataco raido antes que el decidiera por al segunda opción- Luka llévame a cenar que me muero de hambre- le suplico con esa carita de niña rogona que siempre tuvo efecto en el y terminaba complaciéndole el mínimo capricho.
ESTÁS LEYENDO
TRABAJANDO CON MI EX
RomanceCosas que solo estorban al iniciar el año Grasa corporal, Complejos, Pretextos, Ex novios Nada más cierto como aquel refrán que dice; Año nuevo, vida nueva El pasado debía quedar atrás y eso implicaba un ex novio que se fue y la dejo con el corazó...