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Park Jimin había realizado al fin el examen de álgebra, al principio se había sentido sumamente nervioso, y es que en sus pensamientos solo pasaban diferentes ejercicios de matemáticas que serían tan complicados que ni el mismo Einstein podría resolverlos.

Pero cuando le entregaron aquella hoja con los problemas, había descubierto que se había equivocado por completo, de hecho en el instante que termino de colocar su nombre en el examen, inmediatamente se apresuro a realizar aquellos ejercicios, no fue para nada complicado o eso pensaba, claro que en el ultimo ejercicio se quedo pensando algo de tiempo, pues no lograba comprenderlo.

Y aún así él había sido quien había entregado el examen primero al profesor, claro sorprendiendo a este, y claro Jimin se veía muy nervioso, con respecto a ese examen sería su futura calificación, para él no había mayor trauma que esté en ese momento.

Salio del salón de clases dirigiéndose directamente con su amigo Namjoon quien lo esperaba recargado cerca del casillero del pelinegro.

- ¿Qué tal el examen?

- No tan difícil pero -miro del otro lado del pasillo, se encontraba Yoongi de nueva cuenta con aquel pelicastaño a su lado-, supongo que reprobaré de todas formas.

- Vaya ánimos que te cargas, no creo que repruebes, ese tal Min es bueno en esa materia.

Jimin estaba consciente de que ese chico de piel pálida al que alguna vez nombro amigo, era muy bueno en todas las materias, sin reprobar ninguna, pasándolas todas mínimo con un maldito ocho, ¿y él qué hacía? Apenas y se esforzaba porque le pusieran un maldito seis en la boleta escolar, sus padres lo han reprendido tantas veces por eso, que ya ni siquiera le toma importancia a sus palabras.

- Mañana es cuando te entregan el examen ¿no? -Namjoon estaba mascando un chicle de menta mientras veía a Jimin.

- Sí, mañana me lo entregan, es increíble como el profesor se apresura a calificar, a veces pienso que es una maquina.

Jimin cerro su casillero y ambos chicos se dispusieron a irse a sus casas, después de todo ya era tiempo de salida, Jimin no iría a la casa de Yoongi, hoy no iban a ser las tutorias, mañana tal vez vaya y eso sí es que salia bien en ese examen.

Yoongi se dirigía a la sala de música, tenía que ir a practicar un rato, sentía que debía desestresarse un buen rato mientras tocaba el piano, después de todo haberle dado tutorias a ese terco de Park lo había agotado de sobremanera, pero al menos lo había ayudado a que también el diera un repaso para después él hacer su examen.

Detrás de él estaba Jungkook, mantenía una distancia prudente entre el pálido y él, no quería fastidiarlo, pero es que aún no había aceptado ser su maestro. Y se preguntaba hasta cuándo lo haría.

- Yoongi hyung.

- ¿Mmmh?

- ¿Adónde vamos?

- A la sala de musica es a dónde voy yo, no sé porque aún me sigues, deberías ir a casa niño, tus padres han de estar preocupados.

La verdad era que los padres de Jungkook trabajaban más de lo que convivían con él, así que a Jungkook no le preocupaba para nada, después de todo sus padres se encargaban de la venta de vienes raíces y eso para ellos era complicado además de que siempre se la pasaban hablando más entre ellos de trabajo, ni siquiera le preguntaban algo a Jungkook, inclusive el pelicastaño extrañaba cuando sus padres le preguntaban sobre como estuvo su día, o cuando le preguntaban sí había dormido bien.

- No creo que les importe.

- ¿Cómo es que no les vas a importar? -Yoongi no lo miraba solo seguía su camino.

- Pues, desde que están en nuevos negocios, ya no les intereso tanto, por lo menos usted sí se digna a darme los buenos días, apenas y ellos me dan un miserable hola.

Yoongi miro de soslayo a Jungkook, no sabía que la vida de ese pequeño niño de primero fuera así de complicada, Yoongi sabía de eso, a él también lo habían ignorado por un  tiempo, pero sobre todo su padre y después que se había ido, ya todo estaba normal, su madre como siempre le brindaba la atención que necesitaba, al igual que él cuidaba de ella, y claro le molestaba mucho que se sobre esforzara en el trabajo, Yoongi solo esperaba terminar su carrera para decirle a su madre que dejase ese estúpido trabajo y que él ayudaría a mantener los gastos.

- Tranquilo, tal vez deberías decirles ¿no crees?

- ¿Para qué? Ni siquiera me escuchan.

- Solo realiza algo con lo que los puedas juntar por lo menos cinco minutos, verás que funcionará.

- ¿Eso crees?

Yoongi asintió con una sonrisa de lado, estaba seguro de sus palabras.

- Bien, lo intentaré.

Y ambos entraron a la sala de música, Jungkook se quedo allí solo observando como Min Yoongi tocaba el piano, y vaya que era de admirar, seguramente algún día de estos le pediría que le enseñase a tocar el piano con tanta maestría como él lo hacía, solo esperaba que aceptará.

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- Felicidades señor Park -dijo el profesor entregándole el examen a Jimin-, una nota casi perfecta, un nueve es bueno para un alumno como usted, felicidades, al fin no verá un seis o un cinco en su boleta.

Jimin no lo podía creer, ¿una nota casi perfecta? ¡Imposible! Hasta revisaba muchas veces sí era verdad, que ese era su examen, y el profesor no se había equivocado, ¡ese era su examen! Quería gritar de la alegría.

Parece que Min Yoongi había hecho un buen trabajo, al iniciar el receso, Jimin fue quien rápidamente salio del salón de clases, con la mirada buscaba a Min Yoongi, y lo había encontrado, en sus manos llevaba su mochila que casi iba siendo arrastrada, se le veían una ojeras muy visibles, seguramente se la había pasado viendo una maratón de películas como luego solía hacerlo.

- ¡Hey Min!

El mencionado al levantar la mirada, estaba dispuesto a gritarle, pues no se sentía con los ánimos suficientes como para soportar a ese tal Park Jimin, pero no pudo hacer absolutamente nada, solo había visto la sonrisa del pelinegro y como se acercaba a él para abrazarlo.

¿Hace cuánto que no hacía eso? Jimin siempre lo abrazaba cuando eran pequeños, no faltaba día que no lo abrazará, y ahora sentía de nueva cuenta esos brazos rodearlo, por unos segundo sintió como los recuerdos de como había sido su amistad lo azotaban por completo, Jimin abrazándolo de esa manera era lo que miraba, y claro Jimin también al sentir de nuevo sus brazos rodear al cuerpo del peligris, sintió como su corazón se volvía un loco, después de todo extrañaba abrazarlo.

- Mira -le mostró su examen-, una nota perfecta, y es gracias a ti.

Jimin no paraba de sonreír, había soltado por fin a Min Yoongi, este le dio una leve sonrisa, Jimin la noto, le gustaba ver sonreír a ese peligris, después de todo su sonrisa le encantaba, y más le encantaba saber que él había sido la causa de esa pequeña sonrisa.

- Me alegro por ti Park -Yoongi revolvió los cabellos oscuros de Jimin.

- Esto nos hace amigos cercanos ¿no crees?

- No, no lo creo -pero ambos sonrieron, con eso Jimin tuvo suficiente para saber que Yoongi le daba una nueva oportunidad de volver a ser amigos.

Play Boy & Bad Boy ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora