Play Boy & Bad Boy ||YoonMin||

003

- Ya era hora de que te aparecieras, ¿no crees Park? -dijo Yoongi cuando vio entrar al pelinegro a su casa.

- Min no seas dramático, solo me retrase cinco minutos -contesto Jimin mirando la casa de Yoongi.

Vaya que había cambiado mucho, ya no había ciertas fotografías en las paredes, además de que la casa estaba pintada de tonos azules no tan obscuros, ¿hace cuánto que no iba a aquella casa? Jimin solo estaba consciente de que había sido por un largo tiempo.

- ¿Te gusta acaso como quedo?

- Tal vez, solo un poco, aún así no me gusta esté azul que utilizaron en las paredes, ¿y tus padres?

- Mi madre está en su trabajo, vamos a mí habitación, allí trabajaremos.

El pelinegro asintió a la orden de Yoongi, ambos chicos subieron las escaleras para dirigirse a la habitación del peligris, Jimin no entendía algo, y era la razón por la que Yoongi no había mencionado a su padre, Jimin estaba consiente de que a veces el padre de Yoongi era muy irritante para él, sobre todo en la época de adolescencia, que fue casi cuando se habían separado por completo uno del otro.

 Entraron a la habitación, Yoongi dejo la puerta cerrada detrás de sí, Jimin paseaba su mirada por los alrededores, ¿qué había pasado con los peluches de Yoongi? 

- Veo que tiraste mis regalos -dijo Jimin sin mirar al pálido.

- Te equivocas -susurro Yoongi.

A pesar de que lo dijo en voz casi inaudible, Park Jimin logro escucharlo a la perfección, así que miro al peligris que se quitaba la chaqueta que traía puesta, y la lanzaba sobre su cama, la habitación de Yoongi era como cualquier otra, es más ni siquiera tenía algún rastro de que un chico como él estuviera durmiendo en aquella habitación.

- ¿Me equivoco? Entonces, ¿en dónde los pusiste?

- Park, ¿vienes a estudiar o a saber dónde guarde lo que alguna vez me diste?

- Tal vez venga a las dos cosas.

- Te sacaré de mi casa Park.

Park Jimin rodó los ojos y fue con Yoongi que se encontraba en su cama en posición de loto, había sacado unos libros y algunos cuadernos, Jimin se sentó en la orilla de su cama mirando al pálido, y por primera vez en todo esté tiempo se había preguntado el por qué de su separación, se habían prometido nunca separarse, ser los mejores amigos, los más unidos, ¿qué había pasado con esas promesas?

Min Yoongi le explicaba los temas a Jimin lo más pausado que podía además de que le mostraba como hacer procedimientos más fáciles para resolver los ejercicios, y Jimin apenas y le prestaba atención, su cabeza estaba en otro lado, solo preguntándose el cómo se estaría sintiendo Min Yoongi al tenerlo de nuevo allí en su casa.

- Yoongi -de nueva cuenta Jimin logró llamar por su nombre al peligris-, ¿ésto es incomodo para ti?

- ¿Qué quieres decir con eso Park?

- Hace años que no estamos juntos, ya sabes como verdaderos amigos.

Yoongi dio un suspiro y su mirada fue a dar de nuevo al libro de matemáticas.

- Hace tiempo me dejaste en claro que ya no debíamos ser amigos.

- Sé lo que dije -miro a Yoongi-, pero creo que es hora de comenzar de nuevo, ¿no piensas que sería agradable volver a estar juntos?

- No, no lo he pensado.

Park Jimin sabía que mentía, lo conocía lo suficiente para saber cuando mentía y el tono de voz que había usado le daba aquella pista.

- Estás mintiendo, sí lo has pensado -Jimin le sonrió de lado-. ¿Y bien, cuándo comenzamos de nuevo?

- Sí te refieres a los ejercicios de matemáticas, te sugiero que sea ahora mismo, pero sí te refieres a comenzar una amistad, no quiero volver a intentarlo.

- Vaya chico frío que te has vuelto Yoongi, ¿qué paso con ese chico que me decía que no llorara cuando algún estúpido brabucon de mierda me golpeaba?

- Se fue cuando descubrió que Park Jimin ya podía defenderse solo y desapareció por completo al ver lo maldito asqueroso que eres, las mujeres no son objetos Park.

- Y yo no tengo la culpa de que se me acerquen con otras intensiones Min.

Los dos mantenían sus miradas fijas uno del otro, no planeaban apartarla. 

- Supongo que con esto tienes suficiente por hoy, será mejor que te marches de aquí.

- Tienes razón, me iré, de todas maneras mañana nos volveremos a ver ¿no?

El peligris dio un asentimiento con la cabeza en respuesta.

- ¿Quieres qué te acompañe a la puerta, o sí sabes llegar?

- Se llegar, no necesito un guía mediocre.

En cuanto Jimin salio de la habitación, Yoongi no pudo evitar sonreír, a pesar de que pensaba que en verdad lo había hecho enojar no era así, y Yoongi también estaba muy consciente de que Park Jimin tampoco estaba enojado, sabía que seguramente estaría viendo la casa de nueva cuenta mientras sonreía, y vaya que no estaba equivocado.