La noche avanzaba, afuera todo yacía en silencio y no conseguía conciliar el sueño. Me abordó de pronto una sensación extraña, una necesidad de vivir algo que no he podido tener y, lo que me logra destantear, es el hecho de que él aparece en mi cabeza. Puede sentir palabras suyas susurradas a mi oído, diciendo justo lo que necesito escuchar para sentir abrasando mi interior, consiguiendo que aquello que necesito sentir, se materialice con mis manos al pasarlas sobre mi piel sensible. Empiezo en mi boca, la yema de mis dedos simulan ser sus labios sobre mis labios, su lengua adentrándose enmedio de ellos. Sigo sobre mi cuello y me detengo en mis pechos, deseando que sean sus manos, que sea su boca la que los mimen, queriendo que los apriete, que los succione y lama hasta dejarlos firmes y predispuestos a cualquier otro ademán. Mantengo el descenso hasta situar mis dedos entre mis muslos y me percato de que el mundo se ha tornado lluvioso con las caricias que fueron preámbulo al arribo a aquel lugar. Estoy húmeda, estoy ardiendo y llevo mis dedos dentro de mí de la forma en la que en mi mente es su miembro erecto el que me penetra. Un baile en mi interior comienza; uno, dos, uno, dos... Es el compás que marca mi pensamiento y siguen mis dedos consiguiendo que vibre mi cuerpo entero, puedo sentirlo, lo vivo dentro y de un momento a otro llego al estallido al que solo le falta el peso, el calor y la sensación de él terminando dentro de mí. Esta noche no lo tuve, pero lo pude sentir.
-Jürgen Rodríguez.
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Versos de Pasión Oscura
RomansaPequeños versos, escritos y publicados en el antes mencionado grupo de Facebook: Pasión Oscura. Letras en las que se busca transmitir todo aquel deseo, aquella pasión desmedida que inspiran los recuerdos que laten a diario en la piel y reviven en el...