Yo confieso...

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Si, es cierto, debo confesar que la deseo. No hay instante en el que no me imagine su cálida piel reaccionando al sutil paso de mis dedos sobre ella, no hay días en que no me pierda en mi mente al revivir el sonido de su voz, al ver mil veces su sonrisa. He fantaseado en tantas ocasiones con mirarla a los ojos en silencio y tras el primer gesto de aprobación volcarme como huracán sobre su boca, beberme sus labios, su lengua. He querido desnudarla, desprender cada una de sus prendas dejando sobre su cuerpo la marca de mis besos, las huellas de la ansiedad desmedida con la que por tanto tiempo he querido acariciarla y hacerla mía. Si, debo confesar que la deseo, que le pienso gran parte del tiempo, y aunque éste mismo pase sin conseguirlo, sin poder vivirle de alguna manera, su nombre seguirá latiendo oculto entre mis letras.

-Jürgen Rodríguez.

Versos de Pasión OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora