Historia pendiente

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Lo sentiste, ¿verdad? Dime que no fue un sueño o una alucinación creada por el deseo reprimido hace tanto tiempo ya. Existen esas brazas todavía, hay una tormenta asomándose en nuestro interior con acumulada lluvia entre los muslos. Cada vez que nuestras miradas se encontraban, cada vez que por coincidencia podía rozar la piel de tus manos, cada que, sin importar las consecuencias, me perdía admirándote sabiendo que el mundo entero podría colapsar a nuestro alrededor pero, ¿y qué si pasara así? ¿Qué si nos dejasemos llevar? ¿Te perderías la oportunidad? Sé que no, es esa la seguridad que me brinda tu sonrisa, es lo que siento al escuchar tu voz; sé que hay un momento de eternidad que aguarda por los dos. Es una locura lo tengo muy claro, querida, pero también me queda claro que tú debiste ser mía, en algún instante tu cabello, tus labios, tus brazos, tus piernas, tus pechos, tus caderas, tu piel entera debió estar en mis manos, una vivencia de la que nos hemos privado a sabiendas de que esa pasión late ahí, pulsando entre las venas obligándonos a estar cerca de una u otra manera pero sin correr el riesgo de sentir, de vivir. Esto es algo que yo quiero, que quieres de mí, necesito de ti.

Jürgen Rodríguez.

Versos de Pasión OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora