Dowoon no era el tipo de persona que llegaba tarde a clase. Tampoco es que fuese el más estudioso, pero, definitivamente, no solía llegar tarde, ni faltar. Por eso se encontraba a tres calles de su instituto, corriendo, sintiendo que se le caería un pulmón por camino, a solo dos minutos de que sonase la campana de entrada. Murmuró un 'mierda' en voz baja cuando se dio cuenta de que en vez de dos minutos como el pensaba, eran dos segundos. Acababa de escucharla sonar. Así que no le quedó otra; tuvo que acelerar aún más su carrera para, al menos, llegar antes que el profesor que les daría clase las tres primeras horas.
Se saltó un semáforo en rojo, tropezó varias veces e incluso pensó en rendirse al ver de lejos al conserje salir a cerrar la puerta.
- ¡Un momento!
Se sorprendió a sí mismo gritando, totalmente avergonzado, sintiendo que sus orejas tomaban de golpe un color rojizo. Alzó la vista para asegurarse de que se había dado cuenta de que estaba allí, y suspiró de alivio cuando vio al conserje mirarle con una sonrisa amable, moviendo su bigote al hacer una mueca divertida.
- Bu-buenos días, señor.
Él tan solo le respondió con un asentimiento de cabeza, le hizo un gesto con ella de que entrase y fue entonces cuando cerró. Dowoon miró su reloj. Las ocho y dieciséis minutos. Había llegado casi a tiempo, así que esperaba que a su profesor hoy le hubiese dado pereza ir rápido, y aún estuviese de camino.
Se pasó la mano derecha por el pelo, echándolo hacia atrás, suspirando una vez más. Estaba agotado, y aunque pretendía dirigirse rápido a su clase de álgebra, un chillido agudo frenó sus pasos, haciéndole cerrar los ojos con fuerza. ¿Acaso era posible que la voz de alguien chirriase tanto en los oídos? Se giró, algo fastidiado, encontrándose a alguien completamente nuevo.
Era notablemente más bajito que él, tenía el pelo liso, castaño, y cubría en parte su mirada. Llevaba una sudadera verde militar escondida bajo un enorme abrigo negro, y le hizo gracia ser incapaz de encontrar las piernas del que, suponía, era dos o tres años menor que él.
Cuando se dio cuenta de que había pasado más tiempo del habitual escaneando a otra persona, se dirigió de nuevo hacia su clase, a paso rápido.
Se adentró en el edificio y, por tercera vez en el día, suspiró. Su clase, por suerte, estaba en la planta baja, así que pudo ver su puerta abierta, lo que indicaba que su profesor aún no había llegado.
O, tal y como acababa de ver, que había entrado, dejado sus cosas en la mesa y cerrado desde dentro.
- Oh, mierda.
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ʙ ᴀ ʙ ʏ ; 𝒅𝒐𝒑𝒊𝒍
Romancedowoon no esperaba caer enamorado de su nuevo compañero de clase. ⇢ agere/cglre ⇢ daddy kink. ⇢ ageplay. ⇢ cualquier comentario de mal gusto será eliminado, ante todo respeto. ❤ ⇢ aparición de otros ships de day6 y idols.