❖【 CAPÍTULO 22 】❖

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*Pov Narradora*

Sus lágrimas caían desde sus mejillas hasta terminar en el suelo.

Ya ni siquiera tenía ropa, no había nada que la cubriera del frío o que pudiese cubrir su cuerpo cada vez que alguien se adentraba en ese cuarto para hacerla sufrir, no importaba como, pero lo hacían.

Física, moral o mentalmente.

Su cuerpo se había vuelto delgado y se había llenado de cicatrices.

Tenía mucha hambre, tenía frío, se sentía horrible, perdía poco a poco sus esperanzas y con cada maldito segundo que pasaba sentía que jamás iba a salir de ahí.

Tuvo la suerte, si se podía decir así, de que aquel hombre no se hubiese atrevido a ir más allá de las caricias y el manoseo, esto por las órdenes de su jefe, podría hacer cualquier cosa con ella mientras no pasará los límites y se atreviera a penetrar su cuerpo.

Era así cada maldito día, la tocaban, no solo el, poco a poco aquel espectáculo fue creciendo y siempre incluían a uno o dos hombres más que presenciaban o participaban en aquel espantoso acto.

Pero...

Al escuchar una fuerte explosión no muy lejos de su "cuarto", sintió como si su alma regresará a su cuerpo.

Los héroes finalmente habían llegado.

( • • • )

Aquel ataque había acabado con más de seis villanos muertos y varios más heridos, al igual que varios héroes también se vieron lastimados en aquello.

Pero al fin habían llegado, la habían salvado.

No supo con exactitud qué fue lo que sucedió en aquella batalla, y prefería no saberlo, solo le importaba salir de aquel sitio.

- ¡Sigan buscándola! - aquella voz, fue como música para sus oídos, la más melodiosa sinfonía musical.

Quiso gritar para llamar su atención, pero estaba demasiado débil como para hacerlo.

Escuchaba como varias puertas a su alrededor se abrían, pero aún no la suya.

- ¡Creo que la encontré! - la puerta se abrió de una patada dejando ver a un hombre de cabello verde y mejillas pecosas - ¡Aquí está!

- ¡Apartate! - lo empujó y al verla en aquel estado sintió como su pecho se apretaba.

- K-katsup... - una leve y débil sonrisa se formó en sus labios al verlo allí, con su traje de héroe, santo cielo, se veía majestuoso, era como ver a un Dios griego. Es cierto eso de que a las chicas les gusta el uniforme y toda esa mierda.

- Miruki... - corrió hasta ella y de inmediato hizo explotar aquellas cadenas que la aprisionaban antes y no le permitían moverse.

De inmediato la levantó del suelo y la saco de aquel lugar tan rápido como pudo.

No quería que nadie más aparte de el la viera en aquel estado. Débil, no quería que nadie la viera así.

La llevaron en una ambulancia directamente a un hospital después de cubrir su cuerpo con una sábana.

Ahora todo estaba bien.

( • • • )

Abrió sus ojos lentamente intentando acostumbrarse a la luz del lugar.

Matrimonio Kosei (Katsuki Bakugou X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora