❖【 CAPOTULO 16 】❖

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*Pov Narradora*

La vida es un asco, una mierda entera.

Justo cuando todas las cosas parecen ser de color rosa, algo viene,lo arruina y a la mierda todo lo bota.

Románticos poemas los míos, no?

Como sea, ese no es el punto.

Justo en inicios de navidad fue cuando sucedió, había llegado esa ocasión tan especial para ellos. Al fin iban a casarse.

Iban a unir sus vidas. Pero... Parece que no funcionó bien. ¿Acaso era un señal? ¿Su matrimonio no funcionaría?

Lo dudo mucho. Por más explosivo que sea, Katsuki sabe perfectamente lo que siente por su novia.

Oh bueno. Antes al menos sabía que ella era su novia.

- ¿sabes algo gato que entro por mi ventana? Creo que te adoptaré... - le susurró a un felino que estaba echado junto a ella.

El animal se limitó a ronronear y a seguir allí.

- extraño a Katsuki... Sé que está mal necesitar de alguien para sentirte feliz... Pero... Realmente lo extraño... - suspiro con los ojos rojos, no había dormido en horas, no desde que regreso del hospital - ¿crees que... El no logré recordarme?

Giró su rostro al felino que pasaba su lengua por sus patas y después, pasaba estás por sus orejas.

- estoy loca... Le hablo a un gato...

( • • • )

- Katsuki, creo que deberías hablar con tu prometida, con Miruki-chan - le sugirió Mitsuki a su hijo - deberías intentar recordarla.

- ya lo intente... No recuerdo ni siquiera su maldito apellido... - se tiró de los cabellos.

- deberías hablar con ella... Pídele ayuda... - su madre me acarició el cabello.

- apenas y si puedo recordar quién era y quiénes son ustedes... - suspiro y frunció el ceño.

- ¿entonces no quieres hablar con ella? - el rubio negó.

- quiero intentar recordarla por mi mismo... - se levantó de su cama y se miro en el espejo. Miro sus heridas, algunas cicatrices habían quedado en su rostro - sal del cuarto...

- de acuerdo... - la rubia salió dejando solo a su hijo.

Paso sus manos por su cara, una cicatriz a un lado de su mejilla se había formado, no era muy grande pero aún así era notable.

- ¿como mierdas me pasó esto?... - intentaba recordar. Pero le era casi imposible.

Oh rubio, al fin estás logrando recordar.

- ¿¡Q-que...!? - se apartó del espejo - ¡quien demonios está ahí!

No puedes verme porque no estoy ahi~ no seas tonto, solo yo sé quién eres, solo yo puedo hacer que la recuerdes.

- ¿¡Quien demonios eres!? ¡Muéstrate hijo de perra! - en ese momento su vista se nublo y callo al suelo. Quedó inconsciente, pero apareció en una lugar totalmente obscuro. - y ahora... ¿¡Donde estoy!?

- en tu mente grandísimo idiota - se lograba ver una figura masculina.

- ¿¡Quién eres!? - se puso en posición de defensa.

- no seas idiota, rubio - aquel hombre soltó una sonora carcajada - en realidad no estoy aquí... Soy solo... Un invitado, y solo yo, podré regresarte tus recuerdos respecto a ella, suerte intentando encontrarme... - volvió a reírse y poco a poco se iba desvaneciéndo.

- ¡Dame un nombre! - exigió apretando los puños.

- Dark Gosth.

Y despertó. Agitado, con la respiración entrecortada.
Se levantó del suelo y se sentó en su cama.

- No entiendo... - molesto salió de su cuarto y fue hasta la cocina.

- ¿Katsuki que te paso? - le pregunto su madre al verlo agitado.

- nada - respondió y después de buscar comida fue a su cuarto de nuevo.

Necesitaba pensar.

( • • • )

Había pasado una semana desde que Katsuki perdió su memoria, y con mucho esfuerzo, lograba lentamente recordar algunas cosas, como sus padres y sus experiencias como héroe.

También partes de su pasado. Lo malo era que cada vez que recordaba algo sufría de dolores de cabeza.

Pero lo que era aún peor es que no lograba recordar a Miruki, por más esfuerzos que habían hecho.

- Katsuki, hijo, creo que deberías hablar con ella, está muy mal, quizás con ella puedas recordar un poco de su relación - le sugirió Mitsuki mientras cenaban.

- sería lo mejor para ambos, ella en verdad quieres verte, quiere hablar contigo, te extraña mucho - secundo su padre viendolo al rostro, ya no tenía sus heridas cubiertas y su labio antes roto, había finalmente dejado de sangrar.

- quizás mañana... - fue lo único que respondió.

- lo mismo has dicho desde hace una semana, Katsuki - dijo Mitsuki frunciendo el ceño.

- Iré mañana, ya lo dije - se levantó de la mesa y se fue a su cuarto - demonios... Estoy cansado que insistan tanto...

( • • • )

La noche fría y obscura cubría por completo todo el lugar.

Era ya bastante tarde, pero ella seguía sentada a un lado de la ventana viendo hacia el cielo en busca de las estrellas que no habían salido esa noche, ni la anterior, ni la anterior a la anterior.

Suspiro y cerró sus ojos un mento, ardían.

Al abrir los ojos vio de nuevo a su gato, estaba afuera, rasguñando la ventana para que la abrieran.

- oh, eres tú... - sonrió levemente y abrió la ventana, haciendo que el gato entrará.

- meow... - el felino ronroneo y se hecho sobre las piernas de Miruki.

- no entiendo porque me duele tanto... - acarició el pelaje del felino mientras cerraba de nuevo la ventana y miraba a través de ella - sé que necesita tiempo para recordar... Pero ha pasado una semana entera y no siquiera ha venido a verme, ¿debería yo ir a verlo? - miro a su gato que solo ronroneaba por las caricias en su cabeza - esto es tonto... Solo voy a dormir y ya...

Se levantó cargando al felino y fue hasta su cama, se abrigo con las sabanas y cerró los ojos.

"Que triste es, arruinarles su felicidad, pero créanme, después lo agradecerán, de una forma u otra, la sorpresa les gustará"

Matrimonio Kosei (Katsuki Bakugou X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora