Este libro narra una historia donde el honor unirá a más de una raza.
Nathriel Hacha de Bronce, un joven enana de antaño es visitada por un mago muy peculiar pidiéndole ayuda a ella, pues se embarcara en una aventura suicida con una compañía curiosa...
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Narrador
Seguía corriendo la joven enana por aquel camino pensando en que hubiera llegado hace horas si no fuera por aquel mago que le mando a que se fuera por el camino largo, y ella por seguir las ordenes de él mismo.
Corrió hasta que pudo divisar las cuiriosas casas de los hobbit a lo lejos. Camino adentrándose a sus calles y diminutos senderos pero paro al divisar un lago, observó su herida para después tomar una descicion. Se acerco al lago para limpiar la sangre que escurría de su hombro y la sangre de orco de sus brazos y ropa, agarro hilo y aguja de su mochila empezando a cocerse su herida. Después arreglo su cabello lo más que pudo. Al arreglarse un poco emprendió su camino a la casa de los Bolsónes.
Subió una colina y vio la puerta de los Bolson con algo que brillaba, era un símbolo, que al acercarse Nathriel se dio cuenta que era una runa enana. Ahí es cuando supo que había llegado a su destino.
Se arreglo sus ropas y estaba por tocan, pero escucho que muchas voces dentro. Gandalf no le dijo que iba a haber tantas personas.
Quito esa duda de su cabeza y toco la puerta. Todas las voces callaron, poniendo nerviosa a la joven pero carraspeo su garganta para reponer su postura y confianza . Se escucho como abrían la puerta y de ahí, se asomo un hobbit.
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—Bilbo Bolsón, cuanto tiempo, no has cambiado nada— le dijo la joven mirándolo con una sonrisa al ver a su amigo hobbit
—¿Nathriel? ¿Eres tu? —
— Si, la de siempre. Lamento no haber venido a visitarte antes pero he estado muy ocupada—
—No pasa nada, pasa por favor, pasa— dijo él regalándole una gran sonrisa
Ella entro y dejo su abrigo en el perchero que se hallaba alado de la puerta. Pero al dejar su abrigo, Bilbo pudo apreciar la herida en su hombro.
— Nathriel, ¿Que te ha pasado? —
Ella volteo a ver al hobbit y vio en él una cara de preocupación al ver su herida, ella solo suspiro para mirar al mediano con una sonrisa cansada.
—No es nada, pero ¿De casualidad no has visto un mago gris y viejo por la comarca ? — cuando Bilbo iba a responder una voz lo interrumpió.