Este libro narra una historia donde el honor unirá a más de una raza.
Nathriel Hacha de Bronce, un joven enana de antaño es visitada por un mago muy peculiar pidiéndole ayuda a ella, pues se embarcara en una aventura suicida con una compañía curiosa...
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Narrador
Era la mañana donde trompetas y festejos se escuchaban en la Plaza principal de Esgaroth. Y esto se debía a que la compañía se dirigía a Erebor para proclamar su hogar y compartir las riquezas de la montaña. Los enanos se encontraban arreglando todo y subiéndose a una de las barcazas que el gobernador les había dado. Nathriel se encontraba ayudando a subirse a Bilbo a la barcaza cuando derrepende la atención se posa en Thorin y en Kili quien se encontraba gritándole a su tío.
-¡Crecimos con esas historias! No nos lo puedes arrebatar Thorin- grito frustrado Kili
-Estas herido, sólo nos harás ir más lento. Cuando estés mejor puedes venir con nosotros- Kili se alejo resignado pero algo más le molestaba, le carcomia.
-Tío, no le puedes hacer esto. Nos prometiste que veríamos Erebor y así lo haremos- defendió Fili a su hermano
-Cuando seas rey lo entenderas- le comento Thorin sin pensar 2 veces en su decisión.
-Mi lugar es con los heridos- comentó Oin para salir de la barca y ponerse alado de Kili.
Nathriel observó todo, y cuando Fili se quedó con su hermano posó su mano en el brazo de Thorin. El Enano la vio salir de la barca y posarse en el muelle.
-¿Qué haces? - le preguntó el sin entender -Súbete qué en poco partiremos, no perderemos tiempo-
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-Y no lo harán. Me quedaré con Kili y Fili, ayudaré a Oin y veré donde está Bofur-. Thorin iva a reclamarle que se subiera a la barca pero ella habló antes.
-Estarán bien, mi misión es mantenerlos a todos bien. Ustedes son más y son buenos guerreros, podrán sobrevivir sin mi- ella sonrió residiendo un resoplido del rey quien solo junto sus frentes y le susurro "cuidate mucho" para separarse y subirse a la barcaza mientras que Nathriel se quedaba con los demás.
Cuando el bote se alejaba Bofur llegó diciendo que si también ellos habían sido olvidados, Kili trató de levantarse sólo para tambalearse siendo sostenido por Fili y Oin. Nathriel sostuvo su rostro entre sus dos manos observando su piel más pálida y sus ojos con menos brillo. Ella miró a Oin preocupada.
