Este libro narra una historia donde el honor unirá a más de una raza.
Nathriel Hacha de Bronce, un joven enana de antaño es visitada por un mago muy peculiar pidiéndole ayuda a ella, pues se embarcara en una aventura suicida con una compañía curiosa...
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Narrador
El fuego se expandía por Esgaroth rápidamente. Gritos desgarradores se podían escuchar en la lejanía, mientras que una joven enana corria para llegar a una barca a los pies de una estatua. Al llegar ahí quito el trapo viejo y cuerdas para encontrar la única esperanza que tenían: una flecha negra.
La sostuvo fuertemente para después observar a su alrededor, hasta que observó la torre donde Bardo aún seguía intentando matar al dragon.
Corrió a la Torre con todas sus fuerzas, el fuego era un obstáculo pues Smaug arremetida sin piedad. El calor era abrumador así como el humo hacia que sus ojos llorara sin ella desearlo. Al llegar empezó a trepar sin mirar abajo pues, lamentablemente para Nathriel, le tenía miedo a las alturas.
"Ay la madre que me parió, me va a dar algo" pensó ella sosteniéndose fuertemente de la estructura de la torre.
"Solo no mires abajo, no mires abajo maldita sea" con eso siguio teprando hasta donde estaba Bardo.
—¡Bardo!— la joven grito haciendo que el barquero la buscará observándola en la entrada de la Torre. El se acercó rápidamente para ayudarla.
—¡¿Qué haces aquí Nathriel?! — ella trataba de calmar su respiración —¡Debiste huir! Ya nada parara al dragon—
—Claro que hay algo— levanto su mano para mostrarle a Bardo la flecha negra. Bardo no lo podría creer —Tus hijos ya están a salvo con mis compañeros—
Bardo asintió sosteniendo la flecha e iba a ayudar a Nathriel a subir pero Smaug se abalanzó contra la Torre destruyendo el techo y moviendo la torre de una forma peligrosa. Bardo sostuvo fuertemente a Nathriel quien grito con todas sus fuerzas.
Cuando la torre paro de moverse, los dos miraron a su alrededor para observar como el Drago descendía y se paraba a unos kilómetros de la torre.
—¿Quien te crees que eres, arquero, para retarme? —Bardo decidió agarro su arco para solo verlo roto.
—Awww, que triste. No eres nada contra mi. Mis escamas son la armadura más fuerte y tus flechas no me hacen nada— comentó mirando al hombre directamente para después ver atrás de él, levantarse Nathriel quién al mirar a la Bestia, se quedó sin palabras.
—Y tienes una amiga contigo, que triste. A nadie protegeras, arquero.— río Smaug.
—¿Ahora que haremos Bardo? — Susurro Nathriel
Bardo decidido agarro los pedazo de su arco. Miro por un momento a Nathriel a los ojos.
—Te voy a pedir un favor. Están en tu derecho a negarte... — ante de que terminará, Nathriel hablo.
—Lo hare— Bardo la miró sin decir nada.
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