Este libro narra una historia donde el honor unirá a más de una raza.
Nathriel Hacha de Bronce, un joven enana de antaño es visitada por un mago muy peculiar pidiéndole ayuda a ella, pues se embarcara en una aventura suicida con una compañía curiosa...
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Narrador
Al otro día, la compañía seguía buscando la joya del rey en los salones llenos de oro. Buscaban y buscaban sin encontrarla. Y cada minuto que pasaba, la furia de Thorin aumentaba y su locura se desbordaba. Y un día, Thorin se canso, convocó a sus más leales guerreros y a los que más confiaba para discutir el donde estaba su joya.
—La hemos buscado sin descansar— comentó Dwalin mirando a su rey.
—Y aún así, no la han encontrado— Thorin no se dignaba a mirar a nadie más que a su trono.
—Thorin enserio deseamos encontrarla y darte— Dwalin siguio
—¡Pero no lo han echo!— un silencio incómodo y tenso se formó en el lugar. Nathriel suspiraba pesadamente y sus manos sudaban. Observó a Dwalin, Balin y a Bilbo quienes le regresaron la mirada tensos.
Pero Balin se atrevió a hablar.
—¿Dudas de la lealtad de alguien de aqui?— Thorin volteo la mirada, una mirada que no se podría descifrar bien pero era claro que no llevaba a nada bueno.
—¡Es la joya del rey! ¡¿QUÉ NO ME CREEN EL REY?!—
—Siempre has sido su rey, Thorin— comentó claramente y calmada Nathriel, mirándolo. El Enano la mira sin emocion: ni odio y tampoco amor. Y algo en ella se reprimió con dolor al no ver al enano que pensó que se había enamorado. Thorin apartó la mirada para mirar a los demás con desconfianza.
—Si alguien la esconde de mi, buscaré venganza— con eso se retiro dejando a dos enanos sin saber que hacer y a una enana con un mediano nerviosos y asustados.
Todos se fueron a tomar un descanso, y Nathriel se fue a sentar en unos escombros. Recordó los dibujos que hacía de la compañía y de los poco que guardo. De entre su ropa sacó unos papeles arrugadod, con trazos borrosos y sucios haciendo fruncir su frente. Volteo la primera hoja encontrándose con un lienzo perfectamente limpio pero arrugado. Se levantó para buscar entre los almacenes hasta que encontró lápices. Salió del almacén buscando algo filoso encontrándose una daga de oro puro. La sostuvo sacando punta al lápiz para después lanzarla.
Miró un momento la hoja pensando que dibujar hasta que su mano empezó a dibujar sin pensar.
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