Este libro narra una historia donde el honor unirá a más de una raza.
Nathriel Hacha de Bronce, un joven enana de antaño es visitada por un mago muy peculiar pidiéndole ayuda a ella, pues se embarcara en una aventura suicida con una compañía curiosa...
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Narrador
Los enanos siguieron su camino con dirección al bosque Negro.
Al llegar se encontraron con un bosque que no tenía una buena pinta. Sus árboles parecían enfermos o incluso muertos y el ambiente no era nada bueno.
—Ante ustedes el Bosque Negro— dijo el mago bajando de su caballo para después adentrarse un poco al bosque.
—No hay Orcos cerca, la suerte está de nuestro lado— por un momento el mago volteo a ver a Dwalin desconfiando de que la suerte se encontrará con ellos.
—El sendero elfico, este será nuestro camino para cruzar el bosque— después de eso la compañía empezó bajar sus pertenencias de sus corceles y dejarlo libres para que volvieran con Beorn.
—El Bosque parece enfermo, como si lo asechara una enfermedad— Bilbo miró desconfiado aquel lugar, no le daba un buen sentimiento.
—¿No hay forma de roderlo o algo?— el mediano no quería meterse en ese lugar.
—Si desearíamos roderlo serían 300 km al norte—
—Y el doble al sur, tardariamos más en roderlo que cruzar por el— Nathriel complemento al mago.
Y por instinto el mediano meto su mano en su bolsillo sosteniendo el anillo, pensando que nadie lo veía, y era así pero 2 personas sentían su poder.
A la hora de que Bilbo toco el anillo, Nathriel empezó a escuchar susurro en lengua oscura, además de que una presión sintió en su pecho haciéndola respirar lentamente y con ella el mundo. Observó todo en cámara lenta. Sentía el como los corceles respiraba y corrían, los susurro de lengua negra y de golpe vio una imagen: la misma imagen de un ojo en llamas. Volviendo a la normalidad vio a Gandalf observar algo en una estatua, observando cómo se alejaba de esta y le gritaba a Bofur algo que inquetio a toda la compañía.
—No suelten mi caballo, lo necesitaré— el mago rápidamente se dirigió al animal donde Nori estaba por soltarlo libre.
—¿No vas a abandonar Gandalf ?—
—No lo haría si no fuera necesario— por un momento el mago se detuvo enfrente del mediano. — Has cambiado Bilbo desde que salistes de la comarca—
—Si.... Además de que he encontrado algo en el túnel de los trasgos— la joven como el mago veían al hobbit curiosos
—¿Qué has encontrado?— por un momento Bilbo vaciló pero al final respondió
—Mi valor—
—Excelente, eso es muy bueno...— la sonrisa que se había planteado en la cara del mago se borro de un momento al otro —lo necesitaras—
Con eso se encaminó a su corcel y se monto para voltearse a la compañía.
—Los estaré esperando en el mirador de Erebor, no entren a esa montaña sin mi— lo último lo dijo mirando a Thorin quien su expresión era de enfado. —No se separen del camino, cruzen el arrolló por el puente de piedra, no toquen el agua pues está hechizada y el aire del bosque los hará ilusionar y querrá alejarlos del camino pero vosotros seguirlo, si lo pierden nunca podrán volver a salir—
