3| MY ONLY LOST ||teen wolf. [ᴍᴏᴅ]

16. Let me go

pueden escucharla cuando quieran pero les dejo una referencia de cuándo ponerla <3

canción: ─I CAN'T BREATHE -bea miller

🌟

STILES intentó abrir la puerta la primera vez, pero no lo logró. Las chicas se miraron cómplices entre ellas, mientras el pelinegro seguía jalando la perilla.

─Eso no estaba cerrado ─contestó Lydia.

─Olvídalo. Tenemos que sacar a Scott, Isaac y Boyd de aquí ─Stiles volvió a correr un tramo pero todos voltearon la mirada al escuchar una sierra eléctrica entendiéndose.

─No soy la única que oyó eso, ¿o sí?

─Definitivamente no ─respondió Sam.

─Parece que alguien encendió la sierra.

─¿No en serio? ─la sarcástica esta vez fue Sam. El pelinegro regresó rápidamente alterado.

─¿Una sierra?

Stiles estampó la puerta tratando de ser el héroe. No lo logró. Samantha rodó los ojos y lo quitó de un empujón.

─Quítate ─La rubia hizo un paso atrás y, de una patada, logró romper la puerta a la mitad. Ni bien tuvieron acceso a la vista del interior, se sorprendieron al ver a Ethan. Completamente absorto con la sierra en sus manos, dispuesto a matarse.

─¡No, Ethan, no! ─gritó Stiles abalanzándose a este que forcejeaba por pasar la herramienta en su estómago.

Todo fue muy rápido: Sam corrió hacia ellos justo cuando la sierra cayó al suelo, y Stiles directamente hacia él. Lydia encontró el enchufe de este y lo arrancó. Momento exacto en el que el pelinegro permaneció centímetros de cercanía al fijo de la sierra.

─¿Estás bien? ─preguntó Sam aunque no pudo haber momento para responder pues, Ethan expuso sus garras tratando de arrancarse el abdomen. Stiles y la rubia se levantaron rápidamente y trataron de detenerlo. Samantha se preguntó qué imagen podría estar creando su cabeza.

Lograron estabilizarlo a duras penas. Stiles tuvo un punto claro en donde empujarlo, con una mirada se lo dio entender a Samantha, quien asintió.

Juntos lo estamparon contra una estufa encendida. Sorprendentemente, esto lo hizo volver a sí. Gimiendo de dolor por aquel ardor pero consciente al fin.

─¿Qué acaba de pasar? ─nadie decía nada. Probablemente porque esperaban que él les respondiera esa misma pregunta. Se levantó de la nada y salió de la habitación.