3| MY ONLY LOST ||teen wolf. [ᴍᴏᴅ]

15. 201 + 1

les dejo una canción por cada cap, después deciden si escucharla o no ;)

canción: ─AT MY WEAKEST -James Arthur

🌟

NO le agradaba para la idea de tener a Maia en la misma habitación. Para nada. Si era posible, pediría no respirar el mismo aire que ella. Pero no tuvo de otra que acceder a la invitación porque Lydia y Allison se colaron juntas. En parte, Samantha sintió que lo hicieron a propósito, no supo por qué. Es más, ni siquiera estaba segura de qué estaba haciendo ella ahí. Probablemente porque era la capitana del equipo de porristas.

─¡Qué lugar más apestoso! ─masculló la chica de cabello teñido utilizando un aerosol ambiental.

Samantha tosió mientras tiraba la mochila pequeña la cual no cumplía más objetivo que llevar unos libros de bolsillo, su cargador y celular. Tomó este último y, acostándose, siguió leyendo Eleanor y Park. Mejor ignorar el problema (Maia) que lidiar con él.

─Stiles es muy lindo, ¿sabes? ─la mirada de la rubia se volvió incrédula. Maia ya estaba sacando un bolso enorme lleno de maquillajes, polvos de ojos, entre otras cosas.

Sam sólo se dedicó a mirarla. Nunca podría imaginarse en sus zapatos: Concentrada en maquillaje, su propio cuidado por el cabello, usando tacos que parecían muy finos. No, ella sería lo opuesto: despeinada, desconfiada de sí misma. Creía que ni siquiera podría pretender que lo hacía, como antes.

─¿Hace cuánto se conocen? ─siguió preguntando, trayéndola a la realidad.

La rubia suspiró.

─Bueno... no podría acordarme exactamente un día pero, sé que fue cuando éramos muy pequeños... me mudé a Beacon Hills cuando tenía 5 así que...

─Vaya ─alzó las cejas Maia sorprendida─, o sea, lo conociste cuando estaba bien feo y menos popular de lo que es ahora.

─¿Y eso importa? ─preguntó ya molestándose. Además, Stiles rapado nunca fue feo.

─Oh, no... no quise sonar grosera pero mira el lado bueno, cariño, ahora está super sexy, ¿no crees?

Por un momento Samantha consideró la idea de alzarla desde las piernas y aventarla por la ventana. Pero eso haría mucho ruido y no le sería conveniente: sus amigas la odiarían si hacía algo.

Así que optó por sentarse en la cama y ver fijamente a Maia.

─Mira, cariño ─llamó de forma sarcástica─... no sé qué intenciones tienes con mi mejor amigo. Pero si llegas a estar con él y lo lastimas aunque sea este poquito ─dijo haciendo una leve separación entre su dedo pulgar e índice─, no tendré la paciencia y comprensión que te estoy teniendo en este momento.