3| MY ONLY LOST ||teen wolf. [ᴍᴏᴅ]

24. Fuck you

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STILES SEGUÍA teniendo un extraño tic en su pierna pensando en todas las pérdidas que había tenido. Había despertado a Derek de varios golpes y cachetadas para que lograra irse antes de que la policía lo encontrara. Ahora tendría que hablar con el padre de Sam y era eso lo que lo ponía nervioso.

No podía dejar de subir y bajar la pierna en un acto de desesperación. Esperaba de esa forma sentado en uno de los asientos de espera. Samantha estaba a su lado notando la ansiedad de Stiles con mucha intensidad.

La rubia colocó una de sus manos en la de su mejor amigo y la acarició.

─Estará bien...

─Ya tiene al segundo sacrificio, Sam.

La chica suspiró frustrada, sacando levemente su agarre. ─Lo sé.

Tampoco estaban funcionando las cosas para ella. Su padre podría ser el siguiente objetivo y todo estaría acabado. Sería huérfana y habría perdido toda su familia. Bueno... aunque le quedaría Holly, pero todavía estaba evitándola como para admitir que la quería. Era evidente que le tenía afecto. Siempre lo tendría. Se trataba de su tía.

No sólo su situación familiar, sino también la impotencia del drama tan complejo que estaban viviendo.

─Vamos a salir de esto ─trató de ser positiva más para Stiles que para ella misma. Tal vez mintiéndole acerca de tener esperanzas pueda animarlo un poco.

─No puedes convencerme de algo que ni tú misma crees ─dijo Stiles con resentimiento en su voz. Sam no podía indignarse y mucho menos molestarse con Stiles por haber dicho la verdad. Desde Tyler ya no se sentía lo suficiente para ayudar a la causa, sobre todo, emocionalmente.

Unos pasos se oyeron, además de abrir las puertas del hospital, por lo que ambos voltearon llevándose un sentimiento de odio e inquitud al mismo tiempo pues, no sólo veía caminando Nicholas, el padre de Samantha, sino también un hombre de cabello castaño oscuro y ondulado como el de su mejor amigo.

Se trataba del padre de Scott.

─Y la situación mejora y mejora... ─murmuró el pelinegro.

Cuando se posicionó delante de ellos su notable placa del FBI fue lo que se vio.

─Hola, chicos ─saludó Nicholas haciendo una mueca. Samantha quiso saltar a abrazarlo pero solo permaneció cabizbaja.

─Nick, necesito que hagas inspección de campo. Ya te dejé pasar, ahora trabaja ─el mentón de la rubia se tensó. Realmente odiaba cuando el padre de Scott trataba a su padre como un sirviente. El Sr. McCall miró a los adolescentes de arriba a abajo─. Un Stilinski en el medio de este lío ─observó─. Qué sorpresa.