Capitulo dieciocho

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Narra Natalia

Teníamos la comisaría en frente nuestro a unos cuantos metros, el sitio que siempre había temido, estaba delante mio y probablemente yo podría acabar en la cárcel.

Mi cuerpo comenzó a temblar a medida que nos acercábamos a la puerta, cosa que Marta notó en mi.

-Ey Natalia, que te pasa?- Me preguntó con un tono bajo, casi susurrando.

-No lo se, simplemente, tengo miedo.- Dije yo, mientras subíamos unas escaleras para llegar hasta la puerta de entrada.

-Muy bien chicas, hemos llegado. Probablemente los polis os miraran o algo por el estilo, pero no os preocupéis. Venga vamos a entrar- Dijo Carlos, mientras abría la puerta, sujetándola para que pasáramos nosotras antes.

El sitio estaba lleno de polis, muchos nos empezaron a mirar, otros susurraban cosas mientras nos señalaban, cosa que me ponía muy nervios. Carlos nos empujaba levemente hasta el despacho del jefe de la comisaría mientras saludaba a los demás polis.

Llegamos a la puerta del despacho y Carlos la abrió sin decir nada, entramos después de el, sentándonos en unas sillas que estaban enfrente de una silla de despacho muy grande con una mesa repleta de papeles.

-Y el jefe?- Preguntó Marta confusa.

-Ahora llegará, no seais impacientes- Dijo Carlos apoyándose en la pared con una mirada bastante penetrante y con un rostro serio.

Estuvimos unos 15 minutos los tres en silencio, Carlos seguía ahí parado sin hacer nada y Marta y yo intercambiábamos miradas nerviosas, teníamos miedo de lo que fuera a pasar.

-Perdón por el retraso, ya estoy aquí Carlos- Dijo una chica con el cabello largo y algo ondulado con un acento andaluz mientras cerraba la puerta.

-No se preocupe, vengo a comentarle unas cosas señorita Medina- Respondió Carlos, aún apoyado el la pared pero esta vez con una pose mas firme mientras que la chica se sentaba en la silla de despacho.

-Estas no son las de la fabrica? Las has pillado tu Carlos?- Dijo ella mientras ordenaba los papeles.

-No, no las he atrapado yo, quieren hacer un trato con usted señorita Medina- Respondío Carlos.

-Espera que?! Ella es la jefa de comisaría?!- Preguntó Marta sin entender nada. 

-No era "jefe"?- Pregunté yo haciendo el gesto de las comillas.

-Bueno, es que Carlos cuando se refiere a mi con otras personas suele decir "jefe"- Nos aclaró ella, mientras le sonreía a Carlos. El también soltó una pequeña sonrisa. No entendía nada.

-Bueno, tendremos que ir preparando la celda no?- Dijo mientras miraba los papeles.

-Eh!! Antes de eso queremos hacer un trato- Dije yo, poniendo la mano encima de su mesa, tapándola la vista de los papeles. 

-Adelante, explícate, por cierto me llamo Julia Medina- Me dijo mientras estrechaba su mano.

La expliqué quienes eramos Marta y yo, a que banda pertenecíamos y por que fuimos a la fabrica, la enseñé el mensaje de amenaza que me había enviado Mikel hace unos días.

-Mi propuesta es, darte los 35.000 euros de fianza y traerte a Mikel para meterlo en prisión, podríamos hacer eso?- Pregunté yo nerviosa.

-Mmm... Claro, os doy una semana para que paguéis la fianza y para traer a ese tal Mikel y  tener un juicio con el, pero hay un problema- Respondió Julia.

-Cual?- Pregunté, con mucho miedo.

-Una de las dos se tiene que quedar en prisión- Dijo, encogiéndose de hombros.

Marta y yo nos quedamos sin palabras, simplemente con la boca abierta, nos quedamos varios segundos pensando y intentando asimilar lo que nos acaban de decir.

-Iré yo- Dijo Marta, mientras me agarraba de la mano.

-Marta, estas segura?- La dije mientras la miraba a los ojos, se me estaban llenando de lágrimas.

-Natalia, tranquila, estoy segura de que podreis pagar el dinero, solo estaré una semana encerrada no llores porfa- Me respondió sonriendo mientras me acariciaba la mano.

-Esta bien... Ella ira a prisión...- Dije yo con un tono muy triste.

-Tienes una semana Lacunza, recuérdalo- Me avisó Julia.

Carlos y yo salimos del despacho, no sin yo antes despedirme como Marta se merecía, ahora teníamos que planear todos como conseguir 35.000 euros y como atrapar a Mikel.

La cosa estaba complicada.

Carlos y yo salimos de comisaría y nos dirigimos al coche para montar en el.

-Volvemos a la lonja no?- Me preguntó mientras me quitaba las esposas.

-Si... Vamos ya, tenemos muchas cosas que planear- Dije yo, poniéndome el cinturón en el asiento de copiloto.

Carlos arrancó y nos dirigimos a la lonja mientras hablábamos de lo que había pasado.

-Por que le sonreías tanto a Julia?- Pregunté yo mientras tocaba mis muñecas debido al dolo que me habían causado las esposas.

-No se ha notado? Es mi novia- Respondió el mientras sonreía al volante.

Cada día me enteraba de una cosa, pensé, mientras sonreía.

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Lograrán conseguir el dinero y atrapar a Mikel?

Saldrá Marta de prisión?

Y Alba? Que opinará de todo esto?

Mi única drogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora