-¿La estaban controlando?-
Laura estaba tendida en el sofá de su casa. Mónica, Josh, Ellion y los chicos estaban en la cocina, amontonados, intentando procesar las palabras de Ellion.
-Al parecer le inyectaron el suelo en vuestra última visita al pueblo-
Desde que Laura había llegado, las visitas al pueblo se habían vuelto sangrientas y peligrosas. Prácticamente, era peligroso salir de la fábrica con la gente aquella buscando a Laura.
-¿Y el antídoto funcionará?-
Jackson entró en la cocina en ese momento. No quería separarse de Laura, aunque ella hubiera estado a punto de convertirle en cenizas. Le resultaba muy difícil ver como su novia sufría y el no era capaz de hacer nada para remediarlo.
-Esperemos que si, si no estamos perdidos-
La sentencia de Ellion no ayudó mucho. Josh y Mónica fueron al salón a ver a su hija y los demás hicieron como una pequeña reunión.
-¿Qué vamos a hacer a partir de ahora?- Ares estaba preocupado, pero no había formulado la pregunta que realmente quería decir.
-Lo mismo que antes. Pelear y defendernos como podamos. Si la han podido controlar a ella, eso significa que también pueden con nosotros. Hay que tener mas cuidado que antes-
Todos asintieron y escucharon un leve gemido. Todos se asomaron al comedor y vieron a Laura despierta tratando de levantarse del sofa sin mucho exito.
-Cariño, estate quieta- su madre la volvió a tumbar en el sofa y le paso otra paño mojado por la frente para quitarle la sudor.
Laura no puso ningun impedimente y se tumbó sin decir una palabra. Los demás estaban aliviados de ver que volvia a ser ella y no una maquina de matar.
Poco a poco fueron abandonando la casa para dejar intimidad a la familia. Los padres de Laura se habían asustado al ver a su hija apunto de atacar a su novio. Por suerte habían acudido con rapideza a avisar a Ellion.
Laura pasó la noche dando vueltas por el sofa. No recordaba que había pasado después de que saliera por la puerta de su casa. Tenía un vacio lleno de bruma. Ninguno de sus amigos ni de sus padres había querido contarle nada, pero por la cara que tenían todos sabía que no se había quedado quieta. Algo malo tenía que haber hecho para que sus padres tuvieran esa cara de miedo incluso al irse a dormir.
Quiso buscar su movil pero se acordó de que Jay se lo había roto estampandolo contra la pared de aquella sucia habitación. Necesitaba uno con el que poder al menos comunicarse con los demás y con sus padres.
No eran aún las seis de la mañana y ella ya se estaba agobiando de estar tumbada en el sofa con los ojos abiertos y mirando el techo como si ahí hubiera algo interesante.
Se levantó si hacer ruido y con los pies descalzos se adentró en la cocina. Tenía hambre y recordaba que no había comido nada desde que había llegado a casa, y de eso ya hacía, por lo menos, 24 horas.
Sacó la leche de la nevera y los cereales del armario que tenía sobre su cabeza. Puso los cereales dentro del bol y cuando fue a coger la leche la derramó por la encimera. Ogió el bote de la leche y lo cerró. La leche empezaba a gotear hasta el suelo.
Laura se la quedó mirando y entonces le vino un flashback. Cortos fragmentos de imagenes acudian a su mente. Sus amigos. Fuego en sus manos. Un escudo de agua. Jackson en el suelo. Se quedó congelada al darse cuenta de que había hecho. Había atacado a sus amigos y casi mata a su novio. El hambre se había esfumado.
Limpió la leche del suelo y guardó la leche y el bol de cereales. Se lo comería cuando sintiera que la comida podía pasarle por la garganta.
Se sentó de nuevo en el sofa mirando a través de la tele. Les había prometido a sus amigos que no los dañaría, que al igual que ellos, ella los protegería. En cambio los había atacado. Había tratado de matarlos y ya fuera por el suero controlador o no, eso no se lo podía perdonar. Mery, Lauren, Marck...No se creía que hubiera sido capaz de hacerles daño.
Necesitaba ser más fuerte. Aprender a defender su mente por si volvía a ocurrir algo igual, aunque deseaba no vovler a encontrarse con Jay y los demás. Cerró los puños encima de sus rodillas. Si se los volvía a encontrar esta vez los mataría. Acabaría con ellos con sus manos. No permitiría que dañaran a sus amigos.
Laura se vió relfejada en la oscura pantalla de la televisión. Sus ojos, rojos con llamas danzando en ellos dando por hecho que los mataría. Un último reflejo de sus ojos la impulso a subir a su habitación para darse una ducha.
No iba a perdonarlos tan facilmente por lo que le habían obligado a hacer. Lo iban a pagar caro. Si la querían a ella, la encontrarian. Pero pensaba luchar con uñas y dientes. Defendería a su familia y protegería a sus amigos.
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Perseguida
FantasyEl fuego lo destruye todo. Ella deberá aprender a controlarlo para no dañar a los que quiere y para protegerse. Una persecución constante. Todo un mundo en juego. Tendrán que luchar y pelear por aquello que crece dentro de ellos. Ocultarse y huir ya...