TIĀNTÁNG ZHĪ HUĀ (Flores del Paraíso)

10

- Está hermosa. Mi shijie está hermosa. ¿No está hermosa, Lan Zhan? Di la verdad: ¿alguna vez habías visto algo más hermoso que mi shijie? ¿No es la criatura más bella del mundo?

Lan WangJi no pestañeó ante el constante parloteo de su compañero. Como invitado a la boda de Jin ZiXuan y Jiang YanLi, el Segundo Jade ocupaba uno de los lugares reservados a los huéspedes más honorables, justo detrás de su tío Lan Qiren y su hermano mayor. A su izquierda, Wei WuXian parecía tener alfileres en el trasero, removiéndose constantemente y comentando una y otra vez lo bella que era YanLi y lo afortunado que era ese idiota de Jin ZiXuan.

Como era de esperarse, numerosas miradas se centraban en el ruidoso omega. Con toda su falta de consideración hacia el protocolo, Wei WuXian era reconocido entre los Clanes como uno de los omegas más atractivos y con más alto nivel de cultivación, llegando incluso a ser tenido en cuenta a la hora de mencionar a los jóvenes maestros más poderosos. El apoyo de la familia Jiang y el claro favoritismo que le era mostrado por uno de los Pentarcas le había convertido en un premio codiciado por muchos alfas y por más de un beta de buena posición. Wei WuXian, sin embargo, nunca había atendido a las propuestas de matrimonio; por lo que la noticia de que ahora era la concubina de HanGuang-Jun había levantado rumores a todo lo largo y ancho del mundo cultivador.

Wei WuXian vestía uno de los vestidos obsequiados por Lan WangJi, una combinación de blanco y negro que resaltaba su belleza y proclamaba que era el compañero de un alto señor.

No hay que decir que Lan WangJi despertaba la curiosidad tanto como su concubina: con sus impolutas vestimentas y su continente serio y distante, seguía siendo semejante a un inmortal descendido del Cielo. A pesar de que una de las reglas de la Secta GusuLan era 'no cotillear', la noticia del rompimiento del compromiso entre Jiang WanYin y Lan WangJi se había esparcido como pólvora, haciendo renacer las esperanzas de numerosas betas y algunos alfas. Sin embargo, verlo tan tranquilamente junto Wei WuXian, soportando sin reaccionar sus chillidos y saltos, hacía pensar que no quería otra compañía por el momento.

No podía decirse lo mismo de Lan Qiren, quien volteó en más de una ocasión a mirar de reojo al omega, con la esperanza de que captara la indirecta y guardara silencio... cosa que nunca ocurrió.

Solo al Wei WuXian proclamar la belleza de su hermana adoptiva, declarándola la criatura más bella del mundo, Lan WangJi movió ligeramente las cejas y dijo en voz baja; pero segura:

- No lo es.

- ¿Cómo dices? – reclamó el omega -. Por supuesto que mi shijie es la persona más hermosa que...

- Tú. Tú eres más hermoso -, declaró el alfa sin que su rostro mostrara cambio alguno.

Como cada vez que Lan WangJi decía esas cosas, Wei WuXian quedó atónito.

Hacía mes y medio que el compromiso con Jiang Cheng quedara roto y Wei WuXian se convirtiera en concubina de HanGuang-Jun como compensación. Hacía mes y medio que el omega intentaba por todos los medios diplomáticamente posibles demostrar que no era la persona idónea para esa posición. Y hacía mes y medio que Lan WangJi volvía cada uno de sus intentos en su contra solo con una palabra, un gesto, una mirada.

- Tienes razón, Lan Zhan -, declaró Wei WuXian al sentarse delante del desayuno que le había sido traído a los aposentos.

Gracias a haber estudiado en Gusu, el omega sabía de sobra que la hora de despertar era a las cinco de la mañana; pero como el primer paso en su plan, había ignorado descaradamente los intentos de varios discípulos de despertarlo. Lan WangJi no había compartido la habitación con él, posiblemente permitiéndole aclimatarse antes de avanzar sexualmente: ¡siempre tan caballeroso!, pensó Wei WuXian con mofa.