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El ejército de la Triple Alianza se preparaba para avanzar sobre el territorio de QishanWen. Los asaltos a las caravanas habían sido un éxito rotundo, consiguiendo que el ánimo de todos los refugiados en Qinghe fuese mucho mejor. Con las informaciones recibidas del agente secreto de Lan XiChen, los líderes del ejército habían identificado los puntos débiles de Nightless City y se disponían a poner sitio a Wen RuoHan y su corte. Con las victorias obtenidas, muchos clanes y sectas menores se habían sumado a la rebelión, ofreciendo más fuerzas y recursos a la Triple Alianza.

Después de tres días de planeación y con todos los líderes de las partidas de regreso en Unclean Realm, los líderes decidieron retirarse a descansar para partir antes del alba siguiente.

Lan XiChen y su hermano comandarían la primera columna; Jiang WanYin y Jin ZiXuan se encargarían de la segunda columna y Nie MingJue conduciría la fuerza principal, a las mismas puertas de Nightless City, acompañado por su hermano menor. Con estos arreglos, los líderes de las Tres Sectas se despidieron después de la cena.

Jiang Cheng abandonó el salón en que se reunieran, ansioso por poner la mayor distancia posible entre él y la imagen de su hermano adoptivo sentado en el regazo de HanGuang-Jun: no dejaba de ser... embarazoso el ver a Wei Ying botando como un chiquillo en las rodillas del Segundo Jade de GusuLan. Esa noche, finalmente, se había hablado por primera vez de los planes para reconstruir las naciones destruidas por la Secta Wen. Aunque numerosas tropas se mantenían ocupando los territorios de Yunmeng y Gusu, una vez que Wen RuoHan fuera derrotado, sería cuestión de meses recuperar las tierras y empezar a levantar lo que fuera arrasado. Jiang Cheng pensaba en que lo primero que construiría sería el pabellón de los ancestros: Jiang YanLi se había mostrado de acuerdo y Wei Ying también había asentido con súbita seriedad.

- WanYin.

El joven líder Jiang se detuvo al escuchar la voz que le llamaba y giró en el lugar para quedar frente a ZeWu-Jun, quien avanzaba en su dirección por el corredor.

Por un momento, Jiang Cheng se permitió la libertad de recorrer la alta figura ataviada con las elegantes ropas blancas del Clan Lan. Lan XiChen había cambiado muy poco en esos años desde que se vieran por primera vez: sus rasgos solo habían pasado de la belleza adolescente a la exquisita hermosura de un joven en la flor de la vida. A pesar de los sucesos de los meses recientes, la sonrisa plácida del Primer Jade no había variado.

- ZeWu-Jun -, dijo el más joven cuando el otro alfa estuvo a su lado finalmente.

- No he tenido oportunidad de comunicarte mi sentir por tus padres y tu hogar, Jiang WanYin -, comenzó el Lan, con voz reposada.

- Lo mismo por mi parte -, asintió el líder de YunmengJiang -. La caída de Cloud Recesses y el destino de Qingheng-Jun nos afectó a todos. Me alegra que hayas conseguido salir con bien de esas desventuras y que consiguieras salvar a tantos de tu Clan.

A Lan XiChen no le pasó desapercibida la amargura en el tono del alfa más joven. Estaba al tanto de las numerosas bajas sufridas por el Clan Jiang y con el orgulloso carácter de Jiang WanYin, era lógico suponer que aún no se recuperaba del golpe.

- Todos hemos conseguido mucho a pesar de las desventuras -, recalcó Lan XiChen -. También es un placer comprobar que tu matrimonio marcha bien.

Jiang Cheng frunció el ceño.

- ¿Es una broma? – inquirió, impulsivamente.

- ¿Qué...?

- Todo el mundo sabe que JingYi y yo no estamos en los mejores términos, Lan XiChen -, gruñó entre dientes -. Todo el mundo sabe que nosotros no... ¿Te estás burlando de mí?

TIĀNTÁNG ZHĪ HUĀ (Flores del Paraíso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora