Capítulo 9: Midgard

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Heimdall estaba triste por Thor, su amigo. No había podido levantar el Mjolnir, aún no era digno y se sentía algo culpable por su exilio, tal vez si no le hubiera hecho caso esto no pasaría.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la presencia de Danara. Heimdall notó un cambio, ya no era la misma, volteó a verla y trató de no exaltar se, estaba viendo a Caos, su piel blanca, ojos negros, sonrisa macabra y lograba escuchar los gritos de auxilio de la parte buena de Danara. Pero Danara parecía ella, sólo Heimdall podía ver su verdadero ser en ese momento.

— ¿Que sucede, princesa Danara? — Pregunta Heimdall con calma al momento en que ya ve "normal" A Danara.

— Nada, sólo vengo a preguntarte sobre Midgard. — Dice Danara

— Todo va bien, alteza. — Asiente.

— Oh, eso me gusta. — Sonríe.  — ¿Y mi tío? —  Pregunta asomándose a ver el paisaje.

— Bien.— Suspira él

— Te noto preocupado. ¿Que pasa? —  Lo mira.

— Nada, ha conocido una mortal. — Comenta Heimdall y Danara asiente interesada.

— Que bien. —

— Si, ojalá haya alguien que lo regrese al camino correcto y los trasmforme para bien, con amor y comprensión, que es algo que falta en ciertas personas. — Dice Heimdall refiriéndose a Danara y Daven. — El destino sabe lo que hace y si falta esa persona, algún día llegará o volverá. Pero uno también debe de ser fuerte, no caer en un abismo sólo para ver si el poder te llena.—

Al parecer las palabras de Heimdall tuvieron cierto impacto en Danara y Heimdall podía jurar que se liberó de Caos por un momento.

— Para ciertas personas eso es letal y hace que su verdadero y valioso ser se opaque y deje algo terrible. — Dice Heimdall finalmente y Danara suspira, mira a Heimdall por unos momentos y se retira.

Danara camina por el puente con expresión pensativa y preocupada. ¿Era ella realmente?  ¿Que pasaba?  Algo fallaba en ella y no se da cuenta, siente como si una sombra la persiguiera y en cualquier momento la atraparia para en volverla en oscuridad. Pero no puede hacer nada ya que sus ojos vuelven a ser más verdes de lo normal y se va tranquila.

Ella entró como si nada al Palacio y en eso Arie llega para cumplir su trabajo de atender en algo que a Danara se le ofrezca.

— ¿Necesita de algo, princesa Danara? — Pregunta Arie.

— Por ahora no. Gracias, puedes retirarte si algo se me parece te llamo. — Dice, Arie asiente y se retira.

En eso Danara va caminando y se topa con Sigyn quien se veía llorando, ella frunció levemente el ceño con confusión y fue con Sigyn.

— ¿Sigyn?  ¿Que sucede? — Le pregunta a la mujer

— Nada, sólo... — Ella suspira algo rendida ante no poder encontrar una excusa. — Tu padre y yo ya no somos nada. — Danara la mira sorprendida e incrédula.

— Pero ¿por qué? —

— No puedo decirte. De por sí esto ya no funcionaba, nunca fuimos destinados para estar juntos y él está mejor así sin nadie. — Dice.  —Pero todo salió bien, no pasó nada. —

— ¿Y entonces por qué lloras? — Ladea la cabeza.

— Por razones diferentes. — Suspira.

La razón es que ya no puede más con el deber de guardar el secreto y ser su cómplice en todo, por eso llora. Ella ya casi perdió interés en Loki, pero no él aprecio cómo amigo al igual que él por ella y está preocupada por él y a lo que esto lo puede llevar.

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