Capítulo 20: Ataques

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La espada estaba enterrada en el suelo del bosque solitario, hasta que unas camionetas se detuvieron cerca de ahí. Salieron de estas unos agentes de SHIELD, entre ellos Coulson, Rumlow y Jasper Sitwell, entre más agentes.

Ellos buscaban alguna pista del objeto caído que su radar localizó, unas pistas eran algunas ramas rotas de árboles, al parecer lo que cayó las rompió en su trayecto. Los agentes se separaron para buscar, Rumlow caminaba hasta que se topó con la espada, él la miró con curiosidad, la tocó y miró detenidamente, tenía ciertas palabras en runico, y símbolos. Le atrajo demasiado, tocó levemente el filo de esta y con esto bastó para que se cortará un poco, sonrió al ver que era un arma letal. La tomó y era muy ligera a lo que realmente parecía, deseaba quedarsela, pero la tenía que entregar, tal vez después con su equipo de Hydra, pueda robarla.

— Encontramos algo.— Dijo Rumlow caminando hacia Coulson, el cual volteó en cuanto oyó algo, se acercó a Rumlow, viendo lo que éste traía, miró el arma que este traía y se le hicieron familiares aquellas marcas.

— No es el único dios que ha pisado la tierra...— Murmura Coulson.

— ¿Cree que sea otro como él?— Pregunta Sitwell quein estaba con él, refiriendose a Thor. Coulson recordó algo que Darcy le dijo en la interrogación y era el comentario de los demás dioses que existían, no recordaba el nombre de la diosa que portaba la espada, pero estaba un caso seguro que podría ser lo más probable.

— No un otro, es una ella y sería otra.— Corrige Coulson.

==∆==

Danara se alistó en el baño de la habitación, Steve solamente la esperaba. Danara supo que no podría ir con sus vestiduras asgardianas, así que con su magia se cambió a una vestidura midgardiana casual pero elegante. Era un vestido negro, corto, mallas negras y botín de marca, sin olvidar los lentes de sol.
Danara salió y Steve estaba sentado en el sillón que estaba ahí.

—¿Ya?— Preguntó él esperando a que no se tardara más.

— Para tu alivio, si.— Responde Danara mientras se acomoda el cabello, Steve se levanta y se pone su chaqueta.

Ellos salen, bueno, Danara no sin tomar el alimento que Steve le trajo, ella probó el sándwich y extrañamente le gustó e hizo una expresión de aprobación.

— Bueno, mortal, que me guíes a mi espada no es lo único que tengo que agradecerte, la comida es deliciosa ¿Cómo se llama?— Pregunta Danara para después darle otra mordida al pan. — Es como carne blanda, con verduras y algo cremoso.—

— Es un sándwich.— Responde Steve algo obvio.

— Oh, es un nombre exótico.— Dice Danara algo sorprendida. No cabe duda, todavía era una niña. — La última vez que vine aquí, tenían otros hábitos de alimentación.— Comenta Danara para después seguir comiendo.

Ellos salen del hospital, obvio, llenando los datos de registro con información falsa; cómo otro nombre y dirección. Por ahora Danara no tenía que ser reconocida, sólo Steve sabe quién es. Danara mira con suma curiosidad el exterior, mira al cielo y ve a los pájaros volar en parvadas, ella sonríe levemente ante la vista, eran pájaros inusuales para ella, quien siempre había estado rodeada de exóticas criaturas.

Steve se detiene cerca de su motocicleta y mira a Danara la cual se atrasó por mirar a su alrededor. Steve al ver la expresión maravillada en su rostro, no le cabía duda que aunque fuera una diosa y por más severa que ella sea, es una niña.

— Vienes ¿O te quedarás explorando la tierra?— Le pregunta Steve y Danara lo mira y lo alcanza.

— ¿Es tu transporte?— Pregunta Danara al ver la motocicleta.

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